17 de noviembre de 2014

AFTER CHABAN







Cuando se comienza a hablar o escribir sobre el boom del "rock chabón" de los noventa, dando carácter de rock simple a las bandas surgidas de las clases bajas me siento interpelado. Litros de tinta desparramadas por pseudo periodistas que ven la vida por la pantalla y no saben, no comprenden o no les importa entender que paso realmente en esos años.
Yo pude ver a muchos pibes de Catán o Laferrere en una mesa discurrir sobre las letras del Indio Solari como quien discute de fútbol o de política. Entiendo que el fenómeno ricotero fue al rock lo que el movimiento nacional y popular fue a la política. Complejos en su concepción pero entendido por quienes se busca que lo entiendan: los marginados.
Justamente por eso es molesto.
No es casualidad que en los últimos años, cada vez que tocaban Los Redondos en vivo, muchos empresarios -que nunca aceptaron su carácter de independientes- quisieron tirarle un muerto al rock y acabar con este espacio alternativo y cuestionador del sistema.
El asesinato de Walter Bulacio en 1991 fue un aviso. Una bisagra para nuestra generación. Mientras Carlos I hacía y deshacía con el aval de la mayoría de los argentinos; un grupo de diputados peronistas disidentes se animó a cuestionar las privatizaciones y a reclamar el ansiado salariazo. Recuerdo que la paliza que le dieron a Walter en la seccional 35, para morir en una cama del Hospital Pirovano a la mañana siguiente nos dejo impávidos ante el dolor, gélidos ante la impotencia.
Ese hecho puso a toda la escena local alerta ante el fantasma de los vestigios de la dictadura militar.
Los ratis hacían lo que querían con nosotros. La salida de un recital era una ruleta, corridas, averiguación de antecedentes, toda esa mierda como si fuéramos delincuentes. Basta escuchar “Fusilados por la Cruz Roja” del disco la Mosca y la Sopa (1991), una canción que presagia lo que vendría.
¡Es increíble como cambiaron los tiempos! Años después esa misma escena, salvo raras excepciones como León Gieco, cerraron el culo y no dieron opinión ante la muerte de 194 vidas, 194 bulacios.
Hoy la cultura rock dejó de ser lo que era. Fui testigo de cómo en la década del house, el rap y el tecno teníamos una opción, un lugar de resistencia ante tanta frivolidad. En esos años Omar era un referente, el empresario del palo para nosotros.
En esos años era más cool regentear un boliche en la costanera que darle la oportunidad a unos ignotos Ratones Paranoicos, Attaque 77, Todos tus muertos y tantas otras bandas talentosas que pudieron mostrar su arte en Cemento.
Chabán le abrió las puertas al crecimiento del rock nacional y puso un candado en la salida de emergencia.


Emir Omar Chabán (San Martín, Buenos Aires, 31 de marzo de 1952 - Buenos Aires, 17 de noviembre de 2014)







11 de noviembre de 2014

EL PASE





Parece que seré titular de una vez por todas. Estoy en un gran nivel. No puede haber sorpresas. Yo soy el que hizo todas las inferiores en el club. Soy del club. Acá crecí, acá conocí a mis amigos, acá debo consagrarme. Ser el arquero titular. Tengo que estar en el arco hoy, tengo que estar. Vienen de Europa y tienen que verme atajar, la voy a romper hoy. La voy a romper. Estoy bien, tranquilo. No, no, no… la puta, no. Estoy nervioso, che. 

Y el pibe es del club. Tengo que tomar una decisión. Si lo dejo afuera se me viene la comisión al humo. Es una buena guita, buen porcentaje. Negocio redondo. Lo pongo en el banco, vendemos al grandote, me llevo la mía y listo. El pibe pasa a ser titular y dejo a todos conformes. ¿Qué pasa, está cortado ahí? Uh, ¡qué quilombo! Espero que Eduardo comience con la charla. 

No tengo que pensar en España, tengo que concentrarme. ¿Cómo hago? Ahí está él, miralo, miralo, uno noventa. ¡Qué seguridad! Lo quieren todos. Fue papá. La mina, divina. Todos se la querían garchar y se la ganó él. Hijo de puta. Ahí lo tenes, miralo. Sale bien en los achiques, en el córner manda, ordena, grita. Un mostro. Pero el titular tengo que ser yo. ¿Dónde está Héctor? Siempre tarde. Tendría que estar acá.

No se puede caer la operación, no hay manera. Pero el pibe, ¿quién se cree que es? Malísimo, de madera ¡un perro! Piensa que puede, pobrecito. No le sabe pegar ni de zurda. ¡Juega por el viejo! Ese sí que era un fenómeno. Choborra, pero ¡qué fenómeno! ¡Tres años y no mejora!, no termina de entender el esquema. Pendiente del pelito, el arito y la mar en coche, ¡por favor! 

No tengo que mirarlo. No tengo que mirarlo. ¡Ay! La puta... Me vió justo. No tengo que mirarlo. No tiene taaantas condiciones. Lo trajeron de última. Dos lesiones, y se recuperó el hijo de puta. Ordena, eso sí, ordena en los corners. Hoy tengo que ser el titular como sea. Me maté en el último entrenamiento. Me quedé hasta lo último. Ya estamos, ahí viene, ahí viene Héctor.


Si lo vendemos al grandote me compro el departamentito de Olivos, ¡sí! me lo compro, me lo compro de frente ma´¡qué lindo que está! La Inés se muere, se cae desmayada. Con salida a la estación Borges. Una belleza. No se puede caer la operación. No tengo que pensar en eso. Tengo que pensar, tengo que pensar ¿cómo le digo al pibe que va al banco? Algo se me va a ocurrir. Pero lo veo y tengo ganas de putearlo. Uh, uh, mirá la cara de feliz cumpleaños que tiene. Piensa que va a ser titular, pobre.
 
Dale arrancá, Héctor, ¡arrancá de una vez por todas la puta madre que te re mil parió! 

" Bueno... Buenas tardes muchachos, esteee, éste es un partido muy importante… No solo por el rival, sino también porque están presentes para ver el partido el señor Germán Ortega Sanchéz y Gabriel Rifourcat del Club Atlético y Deportivo Alavés… de España…"
 
Cambio el coche, el Etios nuevo es un caño. Basta de mecánico y todo el viri viri. Sí, sí. Con salida a la estación Borges, ¡petacular!.

" Ellos están interesados en ver al equipo. Su funcionamiento. A partir de una reunión conjunta con todo el cuerpo técnico decidimos, eh, quiero decir, decirles digamos, que hoy el equipo sufrirá un cambio…"

¡Estación Borges! Voy a ver si consigo alguno que me venga a pulir los pisos. Pinturita. Mirale la cara. Ya lo tengo decidido. ¡Por Dios! Es de madera. Pobre pibe. 

" Un cambio de atrás para adelante en el esquema muy importante que no sólo beneficiará al funcionamiento del equipo sino al futuro económico, económico del club"

¡Héctor, Héctor, la putísima madre que te re mil parió, hijo de una gran puta!