19 de mayo de 2015

BUK 33




Termino de leer Buk 33 y siento que leí no sólo un gran libro de poemas. Buk 33 amplifica un bramido de párrafos en forma de monólogo interior, sagaz, margineta, elegante y urbano. Poético hasta los huesos, directo y sin filtros. 
Buk 33 no solo es un texto intruso. Buk 33 ingresa sin pedir permiso con el desparpajo y naturalidad de quien se sabe abierto. Son instantáneas con humo de cigarros negros y con gusto a vino tinto. Buk 33 es por momentos claustrofóbico y hermético. Un escenario de ambientes sórdidos de una Buenos Aires post-punk de los ochenta de camperas de cuero, Halley y Gambas al ajillo.
Por momentos se abre, sale a la calle y patea los tableros en las veredas de adoquín con el sonido del golpe de las cacerolas en tiempos donde solo se podía mirar vidrieras y observar conductas sentados en un bar. 
Buk 33 es un libro de una profundidad de ensueño e hiperrealismo al mismo tiempo. María Laura Prelooker captura instantes y los pone en relieve con la sensibilidad de una pluma perceptiva que deja impreso en este libro su mirada tan original, íntima y personal sobre la ciudad, el río, la mujer, el hombre, el amor y el desamor… los desencuentros, con una veracidad que inquieta y moviliza. 





17 de mayo de 2015

PUÑO & LETRA





Me tomo el atrevimiento de compartir un mensaje de un papá que escribe por el grupo de whatsapp de la categoría 2008: "No sé cómo bajar la tabla de posiciones así que la hice a mano disculpen la letra, quería compartirla."
El jueves viendo las imágenes en la Boca me preguntaba ¿qué es fútbol en realidad? En medio de mi pregunta casi existencial no obtuve una respuesta hasta que nos llegó este mensaje. Me cambio el día realmente y el sentimiento de impotencia y bronca que me atravesó al ver las imágenes por televisión pasó a un segundo plano. Entendí que la pasión por el fútbol también es un papá que toma una regla, escribe de puño y letra la tabla de posiciones del club del barrio, la comparte y encima pide disculpas. 

 En la era digital donde no hay tiempo, donde todo es ¡ya! Donde todo se baja, todo se sube, todo y nada, nada y todo. Donde hay tiempo para boludeces, para las discusiones de temas de los que en la mayoría de los casos no conocemos pero tenemos una opinión a mano porque no sabemos decir “no lo sé, desconozco” y nos olvidamos de lo que realmente importa: el fútbol como juego. No lo perdamos de vista. De lo contrario habrán ganado los mismos de siempre. Los sin talento que no entienden su rol; no podemos ser espectadores-protagonistas al mismo tiempo. Llámese bengala, gas pimienta o Mongo Aurelio. Mientras tanto imprimo la tabla y la sostengo con un imán en la heladera, allí donde habitan las boletas impagas junto a una deuda que el pago fácil no cobra en sus cajas: la deuda con la pelota. Y como dijo el gran Alastair Reid "Si un marciano preguntase qué es el fútbol, un vídeo del partido Brasil-Francia del Mundial de México lo convencería de que se trata de una elevada expresión artística".