11 de marzo de 2025

LA TENTACIÓN ES PARA EL QUE TIENE DUDAS



Micky se sentó en el borde del escenario de Mole Club. Un bar chico, con mesas de madera gastada y el techo bajo que acumula humo de cigarrillo. Un par de parroquianos charlan en una esquina, sin apuro. Afuera, la lluvia finita humedece la vereda del colegio Fasta San Vicente de Paul. Todo le recuerda (me confesó después) a aquellos primeros tiempos en Arpegios, cuando la música nacía del corazón y no de los contratos.

—¿Y vos, Micky? ¿No te tentó la guita? — le pregunté apoyado en la barra.

El bajista sonrió y levantó su vaso.

—La tentación es para el que tiene dudas —dijo, y le dio un trago largo a la cerveza.

Quince años pasaron desde la separación de la banda del Palomar, al tiempo que sus ex compañeros de ruta retornaban a tocar en estadios, con luces cegadoras y pantallas gigantes. Era un espectáculo perfecto, calculado hasta en sus mínimos detalles. Pero Micky no quería perfección. Quedarse era su manera de recordar por qué había empezado.

Esa noche de domingo en Mar del Plata, el bajo retumbó en el pequeño escenario con la misma fuerza de siempre. No había miles de personas coreando, ni contratos millonarios, ni entrevistas en la tele. Pero en la primera fila, un pibe de gorra y remera roja gastada de “Ay ay ay” lo miraba con los ojos encendidos, como si estuviera descubriendo algo nuevo, algo real. Y Micky supo que su decisión había valido la pena.

 









1 de marzo de 2025

CUANDO LA LUNA SE OCULTA

 



El paso del tiempo, contemplado como un río inalterable que arrastra consigo todo lo que toca, es para algunas personas un rumor, una invitación a reflexionar sobre lo vivido. Y es en este susurro donde encontramos a Mariquita, la autora de estas páginas, una mujer cuya voz se ha forjado en el brasero de la experiencia, la sabiduría y la inspiración.

A lo largo de su vida, ha sido testigo de un mundo que ha cambiado con una premura vertiginosa, lo que realmente ha permanecido es su capacidad para observar, aprender y, por encima de todo, contar historias.

Este libro es un testimonio de su incansable curiosidad y su amor por las palabras. Quien lee estas líneas se adentra en la casona de los abuelos, en las remembranzas, en la mente de una mujer que ha transitado una larga distancia, que deshoja margaritas en tardes de otoño, que ha visto generaciones surgir y desvanecerse, pero que ha sabido encontrar la belleza en cada etapa de su vida. Su historia no solo es la suya; es un reflejo de todas las historias que a lo largo de los años hemos compartido como humanidad.

A sus 94 años, Mariquita demuestra que la edad no limita, sino que puede enriquecer la mirada hacia la vida. Este libro es un legado, un destello de prosa poética y un recordatorio de que el paso del tiempo no solo corroe, sino que también pule, ilumina y nos permite ver más allá de lo inmediato. Mariquita concibe que toda edad tiene sus propios frutos; solo hace falta saber recoger una rosa color té.

Bienvenidos a este viaje.

Raly Haurat