4 de julio de 2009

MIGUEL













Yo conocí al negro Miguel. Vivía cerca de casa, en el mismo pasaje. Manejaba los camiones del padre desde muy chico. A la salida del colegio se lo veía por el corralón de los Greco a la espera de que algún distraído dejara las llaves puestas y así poder pilotear los Scania un par de cuadras. A los dieciocho años ya era colectivero de la línea 80. Ingresó a la empresa por un servicio del Patón, un puntero del barrio, a cambio de que fuera el chofer oficial en cada acto del partido. ¡Ser bondiero en aquella época garpaba! Corte de pelo cubano (corto adelante y largo atrás) camisa celeste impecable, pantalón de jeans Fiorucci; la máquina de cortar boletos en una mano y un cigarrillo 43/70 en la otra.

El negro Maiquel era una celebridad. Su pico de popularidad le llegó un verano de 1983. Luego de varios casting fue citado para participar en el programa de televisión “El Club de Michael Jackson y sus Amigos” conducido por Domingo Di Núbila emitido por Canal 9. Uno de los más visto de aquella época. Recuerdo esa noche. Cenamos temprano, sacamos la Grundig a la vereda, pusimos la mesa afuera y junto a unas familias vecinas estábamos todos prendidos al televisor. Finalmente llegó el momento esperado. Miguel -como no podía ser de otra manera- nos hizo creer esa noche que Michael Jackson había nacido en Villa Celina. Apabulló, ganó en la terna y pasó a la siguiente ronda del concurso de break dance.
A finales de enero de 1984 viajó a Brasil, fue la época del auge del Rock in Rio. La llegada de Iron Maiden era el gran suceso. En esos años viajar a las costas brasileras era muy costoso pero los amigos del negro tenían filo suficiente para bancarse un par de semanas afuera. El sólo estuvo quince días porque tenía que volver a trabajar. Seis meses después el plan austral lograba dejar patas para arriba a medio país. Mi viejo nunca entendió de que laburaban - Salgo de noche, vuelvo de noche y viajo en colectivo... Estos están todo el día en el mercado y tienen cero kilómetro ¿Cómo puede ser? - señalaba colérico. Si bien se sabía en que andaban a nadie se le ocurriría hablar del tema. En las calles del barrio. El silencio era salud.
Luego del viaje a la ciudad carioca supimos poco y nada de él. Resultó que un día dejó de trabajar. Ya no se lo veía en el interno 214 de la línea 80. Algunos vecinos dejaban pasar los bondis y lo esperaban para zafar el boleto. La última vez que lo vi había bajado mucho de peso y en los negocios del mercado se departía de su enfermedad -¡Tiene la peste rosa!- decían las viejas hijas de puta. Yo era muy chico y me imaginaba a Miguel con el traje de la Pantera. Todo el barrio lo juzgaba. Decían que era drogadicto, que era puto. Así, con tanta socarronería, todos tildaban al negro.
Cuando en la empresa supieron de su enfermedad lo hicieron a un lado sus mismos compañeros. Incluso los chanchos de segunda línea, que hasta hacía poco lo ensalzaban, tampoco le daban cabida. 
El telegrama de despido llegó a su casa una mañana. El negro no estaba en su casa. Llevaba internado dos días en el Hospital Muñiz. Pasaron los años y fue olvidado. Era un loco carismático. Fue el colectivero más querido que dio la 80 y el mejor imitador de Michael Jackson de La Matanza. Era la atracción en los carnavales que se hacían en el club del barrio. Maiquel, como le decían sus amigos, dejó su legado. Muchos pibes del barrio cambiaron de parecer después de verlo desplazarse por el centro de la pista de Saint Thomas o de City Hall como pez en el agua. Concibieron, en un barrio tan cegado y racista, que bailar también es cosa de machos.




BATMAN&ROLIN





Andrés Ciro declaró: Batman nos sugirió el diseño de nuestro primer logo, nosotros lo invitamos a un show en Arpegios y a partir de ahí nos une un vínculo muy estrecho, desde que nos escuchó en vivo dejó la bati-soga y las botas. Prefiere usar la gomera y calza unas toppers viejas. El pañuelito se lo regaló Rolin, plomo de la banda y reemplazante del joven maravilla”. 



Suplemento Si! De Clarín. Viernes 10 de enero de 1992.










1 de julio de 2009

CLINK CAJA






¡Qué paradoja! Ahora que estamos en democracia nos vacían los colegios, cuando en nuestro país regía un gobierno con una política de Estado que privilegiaba la educación, se vivía de golpe en golpe. A las urnas se iba poco y nada.
¿Qué pensarían nuestros abuelos al saber que cada vez menos gente va a votar? Ellos que vivían el día de la elección como un fiesta.
 ¿Quién diría que la imitación de un político influyera tanto en los votantes, se imaginaban hace 25 años atrás que las caricaturas de Sapag tuvieran influencia alguna?, si se diera hoy algún desprevenido votaría a Mario Baracus.
No es casualidad que tantos empresarios no quieran que sus empleados estudien, siempre se dio la negación de la patronal ante las inquietudes de un subordinado. 
A todos alguna vez nos pasó tener que trabajar de algo que requería ir por debajo de nuestro nivel para conservar el empleo. Pero si uno lo sabia era suficiente, a veces costaba ver la diferencia.
En un restaurant chino de Mar del Plata, donde supe hacer de mozo, el dueño llamado Han me dijo "¡Estudiá! ¿pala qué?... Agentina aquiteto tasi". Si hubiese escuchado al oriental hoy seguiría ahí o lo que es peor estaría sin laburo.
Vuelvo a los empresarios, pienso en ellos que se acercan a la política como un negocio, como si se tratara del boom del parri-pollo y las canchas de paddle.  Ese tipo es el mismo que piensa como Han y la ecuación es perfecta, mientras son tu jefe te boicotean para que no estudies, siendo tus dirigentes insisten con la misma postura, hasta que el cerebro que es un músculo deja de ejercer y vota por ejemplo a un candidato a partir de una imitación televisiva.


Para terminar creo que no todos los empresarios son lo mismo, no todos los políticos son lo mismo, no todos los chinos son lo mismo.
Un pibe de 13 años me dijo una vez - ¿Para qué voy a ir a la escuela, si no aprendo nada?
- Al menos te ayuda a diferenciar -le contesté- que no todos los triángulos son iguales, no todos los verbos son presente, no todos los recreos son tan largos. 
Salir en ShowMatch no es todo, salir de esta mierda ya es bastante.







A WALTER







Mientras escuchaba una radio fm a "puro rock nacional", un oyente planteaba que no entendía las letras de Spinetta y me detuve a pensar: El flaco escribío sus mejores temas a mediados de los setenta, Pescado Rabioso fue su máxima expresión, es cierto, las letras de sus canciones no son facilongas, son metáforas a la mujer, a la muerte etc., reconocido por el mismo Luis Alberto.
Quizás se necesite de un mínimo proceso intelectual decodificar su poesía pero convengamos que para apreciar el arte no necesariamente hay que descubrir el truco, más bien hay que relajarse y contemplarlo.

Ahora bien, el caso de éste oyente no tiene relación con el boom del rock chabón o como algunos periodistas quisieron simplificar al fenómeno, dando carácter de rock simple a las bandas surgidas de las clases bajas. ¡No es así! Yo pude ver a muchos pibes de Catán o Laferrere en una mesa discurrir sobre las letras del Indio Solari como quien discute de fútbol o de política. El fenómeno ricotero fue al rock lo que el movimiento nacional y popular fue a la política, complejos en su concepción pero entendido por quienes se busca que lo entiendan: los marginados. Justamente por eso es molesto. No es casualidad que en los últimos años, cada vez que tocaban Los Redondos en vivo, muchos empresarios -que nunca aceptaron su carácter de independientes- quisieron tirarle un muerto a una lógica que nacío mucho antes que la banda grabara su primer disco y acabar con este espacio alternativo y cuestionador del sistema. 


La muerte de Walter Bulacio en 1991 (un chico de 17 años oriundo de Aldo Bonzi) fue un aviso. Una bisagra para nuestra generación. Mientras tanto, Carlos I era poco menos que un semidiós y un grupo de diputados peronistas disidentes ( el grupo de los ocho) se animó a cuestionar las privatizaciones y a reclamar el ansiado salariazo.
Vuelvo a Walter Bulacio y recuerdo que la paliza que le dieron en una comisaría hasta matarlo, puso a toda la escena local alerta ante el fantasma de los vestigios de la dictadura militar. Basta escuchar Fusilados por la Cruz Roja del disco la Mosca y la Sopa (1991) una canción que presagia lo que vendría.
¡Es increíble como cambiaron los tiempos! Años después esa misma escena (salvo raras excepciones como León Gieco) no dieron opinión ante la muerte de 194 vidas, 194 bulacios.

Hoy la cultura rock dejó de ser lo que era. Fui testigo de como a principios de la década pasada ante la moda del house, el rap y el tecno teníamos una opción, un lugar de resistencia ante tanta frivolidad. 
En esos años Chaban era un referente. El paradigma del empresario del palo que sabe manejar el negocio. Sin embargo, hoy está en serios problemas. Mientras Anibal Ibarra, el responsable político que mandó al Reno, hoy R.A.D. (Registro de Agentes en Disponibilidad) a todos los inspectores municipales mucho antes del incendio (por supuestos casos de corrupción) insiste en que no tuvo nada que ver. No reconoce nada, se siente perseguido, se victimiza y se olvida que llegó a ser Jefe de Gobierno por su trabajo parlamentario en el viejo Consejo Deliberante. Una verdadera mosca molesta en la sopa neoliberal, en búsqueda de un nuevo hecho de corrupción, un nuevo watergate, un escándalo... Sin embargo ahí anda El "joven sobresaliente hacia el siglo XXI" (Revista Times-1997) lamentándose ya no por estas víctimas o sus familias, sino como una cámara de TV registró al verdadero fiscal fiscalizado.

Por un lado diría que conozco el barrio donde se formó Callejeros. Nací y me crié en Villa Celina, si tuviera diez años menos hasta podría haber presenciado ese show en Cromañon.
Por otro lado soy de los que creyó en la alternativa al menemismo. Voté por la fórmula Bordon Presidente-Auyero Gobernador en las elecciones del 1995 a pesar de que el turco decretó el final de la colimba antes de las elecciones presidenciales buscando el voto sub-18 a partir de otra muerte: Carrasco. Mi categoría: "la 76", fue la última en ser sorteada en toda la historia del servicio militar obligatorio.

Creí en el Frente y sus cuadros, por eso me dio mucha bronca la actitud y la frialdad del ex Jefe de Gobierno y su séquito ante ésta tragedia. Fui de alguna manera, parte de esa construcción y hoy camino en los escombros del progresismo porteño. El mismo que me ilusionó mientras mataban a Walter y Callejeros no era ni una banda de garage. 
Escribo mis broncas, porque me entusiasma la política pero ya no creo en los falsos profetas. No creo en los que construyen a partir del otro: los anti-menem, los anti- macri, "los anti". Ya no creo en los que arman con los heridos que caen de un proyecto. Creo si, que hay que hacer a partir de uno y sus convicciones. 
Mi pregunta es ¿Qué sucede cuando el actor por el cual te uniste y formaste una alianza, un frente o espacio político sale de la escena?. Respuesta: ¡te quedas pedaleando en el aire! 
¿Porqué todo éste relato? Porque ya no hay una banda que me conmueva, porque gritarle al sistema lo que este quiere escuchar no tiene sentido, porque las canciones de Adriana son parte de mi vida junto a mi hijo, porque crece mi panza, porque la ignorancia es cada vez mayor, porque a veces las cosas no tienen explicación, porque todavía creo en nuestros jóvenes y me cuesta aceptar que la banda de sonido de su adolescencia sea El Polaco ... Por todo esto me indigno al escuchar por la radio "¡No entiendo a Spinetta!"