17 de noviembre de 2025

GOBS

 




J apareció con los globos escondidos detrás de la espalda, como si fueran un secreto redondo y liviano. Iba a declararse novio oficial. Y mientras lo escuchaba, pensé en aquel otro día, cuando todavía no sabía decir “papi” y lo único que salía de su boca era “gobs”.

Con esos globos empezó a hablarme. Con esos globos empezó, también, a explicarme el mundo sin palabras.

Hoy los suelta para alguien más, y está bien: cada globo que deja ir parece decir lo que su voz todavía no sabe nombrar. Que crece. Que ama. Que el mundo le queda justo a su medida.

Y yo lo miro, orgulloso, entendiendo que ese idioma simple y redondo nunca se pierde: solo encuentra nuevos cielos donde flotarse.





No hay comentarios:

Publicar un comentario