26 de abril de 2016

CARA AL CIELO





Volví al barrio. Cargué combustible para el alma, una dosis de buena energía que no encontré en ningún spa, ni en aguas termales.
Estaba nublado, Doña Marta me dió un fuerte abrazo y me dijo entre mates que ya nadie tira la pelota en su patio. ¿Dónde estarán los pibes un sábado a la tarde? ¿En sus casas por la lluvia, acaso?
Me despedí y al salir puse un disco de Cafrune, sonó este track. En ese momento emergió la luz del sol entre las nubes a pesar del pronóstico. Afloró un rayo de sol en el parabrisas al llegar al mercado, al pasar por la iglesia me persigne. Fue como reintegrar el gesto. Resplandeció Avelino Díaz y concebí que los de arriba chamuyan así, sin contraseñas.














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