27 de enero de 2018

3 CAJAS


CAPITULO V


… darle bola. ¿Para qué? Esa caterva no vale dos gritos. Además yo fui un padre presente, ¡carajo!. Te di todo lo que estaba a mi alcance. ¿Me equivoqué? Sí, pero la botella no se mancha, ja.
— Evitemos las humoradas.
Con la ropa podes hacer lo que quieras. Los zapatos de Aubercy te pueden quedar. No hay prenda que debas conversar. 
Las tres camisetas de San Lorenzo en unos años las podes aprovechar para entrenar. Son de buena calidad. En el baño quedaron algunas cremas que ahora no las vas a precisar, antes que se echen a perder regálaselas a Cristóbal, ¿recordas el encargado del edificio de jefatura, no? En el placard de mi cuarto hay dos cajas azules rotuladas que son importantes. Una de cartas y otra de CD´s. En «cartas» hay dos escritos de puño y letra de tu abuelo que podrías atesorar por el valor de una carta trazada a mano y unas cuantas de la abuela con fotos. En el Parque Rivadavia podes hacer algunos pesos con los CD. 
La biblioteca es tuya. Es el único legado que pude dejarte. No me alcanzó el tiempo. Si pensas en ofrecer los libros te pido que a los de la pizarra de arriba los dones a la biblioteca de mi colegio secundario. Ah, la ropa no la lleves a Caritas. No le llega a quienes verdaderamente la necesitan. Las venden. Llévaselas a Susana de la Paloma. Tu tía tiene el número. Ella sabrá qué hacer. Dale una pasada por el lavarropas. ¿Qué más? Los discos, vendelos también. Antes de llegar a las tres cajas de vinilos que están en la baulera algunas aprecia… 

***

— ¿Está grabando? 
— Sí, sí. 
Muy bien, mira. La escucha de discos fue más que un pasatiempo para mí. Sobre todo los de blues y de jazz. 
— ¿Dije lo de la ropa, doctora? 
— Sí, hace un minuto. 

Tengo presente la primera escucha de Manal con una copa de Pont L´Eveque Sangiovese en la mano. ¡Manal! Rompieron con el precepto que no se podía hacer blues en castellano… 
—No me parece relevante. Acordamos que serían pala… 
— ¡Manal es relevante, doctora! 
— Está bien, está bien. No se violente, por favor. 

Avellaneda Blues… No pibe… Jugo de tomate… ahí está la papota, Valen. Ahí descubrí el blues en español con aires de jazz y una poesía que no podría haberse concebido en otro punto del planeta. Tenía dieciséis. Dieciséis. Tu edad. Era la época que comenzaba a explorar la cultura rock. La primera vez que escuché un blues que me voló la cabeza fue “Since i've been loving you” de Zeppelin. 

— ¿Se lo digo en castellano, doctora? 
— No hace falta. 


¿Te acordás cuando escuchaste a Becky G con Bad Bunny cantando “Mayores” mientras paseábamos por Punta? ¡Cómo te movías! Al blues de Zeppelin del mismo modo lo oí en la radio. Fue como apreciar un buen vino ¿entendés? Lo pasó un musicalizador que se llama Bobby Flores en su programa. Ahora es director de Radio Nacional ¿Cómo no te hable más de Bobby? No me alcanzó el tiempo. De pendejo era brillante. 

Si algo lamento es no poder compartir unas copas de Malbec con vos. El buen vino, es oro fino. Saber beber es como jugar con Ortigoza. ¡Ojo! Si bebes de más el técnico te limpia. Si llevas la pelota de arco a arco como un maniático te van a tumbar. Tocar de primera y beber se parecen. Deberás distinguir cuándo es el último pase. Yo no supe. Nou, nou.

***


— ¿Tengo tiempo para contar algo más?
— Si, no se detenga. En unos minutos el efecto de la medicación hará efecto.
... La segunda vez que un blues me conmovió fue con el disco que está en la caja «dos» creo, si la dos «I Got Dem Ol Kozmic Blues Again Mama!» de la Joplin. Así de extenso es el título y así de genial.
—  Los brazos, por favor. Necesito que se quede quieto.

Tiene una bolsita. Está entre Aretha Franklin y Sara Vaughan. La caja de las mujeres como te habrás dado cuenta. Los que están en bolsita son de colección. El tema número cinco… No, a ver. Sí, el cinco, ¡Estoy seguro! Es «Kozmic blues». El comienzo es energía arrolladora. Había habido cantantes de blues salvajes e incontenibles ¿sabés?, pero incluso ellos tendían a ser un poco más controlados que Janis. Ella siempre parecía estar al borde de perder el control. Amaba el whisky y no se avergonzaba de eso. Ella era simplemente Janis. No se guardó nada. Escucharla es como beber un Pinot Noir cincuenta y cinco. Buscalo y probalo. Sin excesos. Digo excesos, ja, y me da escalofrío.

Bueno, por último en la caja «tres» hay un disco que quiero mucho. Es de un músico que se llama Mighty Sam McClain. Mis oídos se rindieron ante el gran Sam. Abrigué el mismo efecto que concibe la garganta ante el primer trago de Johnnie Walker. La canción «When the hurt is over» es el scotch que me esperó con estoicismo hasta los cuarenta. Ahora no lo pruebes. Lo mismo con el Jack Daniels. Johnnie y Jack saben esperar. Son buenos amigos. No sé si debo decirte esto. Pero cuando vengas a verme ya no podremos trabar conversación. La doctora te va a explicar...


— Licenciada.
Sí, claro. La licenciada me dio una medicación…
— La medicación fue indicada por la psiquiatra.

Así me tiene, Valen. Me corrije. Bueno, es una droga que me activa. Estoy verborrágico y le solicité grabar. La licenciada accedió. ¡Gracias! Agrádesele cuando vengas. Tengo la voluntad para vivir dos vidas más ¿sabés? pero es un sobresalto temporal. En unos minutos se va a disipar mi luz. Tengo para contarte muchas cosas más... Por ventura o por desdicha no alcanzaré…  tengo…

— No es necesario decir eso ahora.

***

Lamento no poder compartir una copa de Malbec con vos. Aflojá con la Coca, es una bebida para chicos. El paladar que degustó el vino no tolera el dulce que desfila por la garganta. El deleite se aliña con los años, se pone riguroso ¿sabes? «Si te gusta el whisky es mejor acompañarlo con buena música jazz» dicen los puristas. Bueno Valen, sabrás disculpar. Soy así. Yo continúo eligiendo el blues y bebiendo cuando me lo autoricen, ja.

— Sabe y se lo dije infinidad de veces: no puede ni debe beber más.

Lo que sirvan estará bien, ja. ¡Hace lo que quieras con los discos! Solo quería que lo supieras.
Ah, debajo de la mesada acopié unas botellas. ¿Me acerca más el grabador? Tendrás que descubrir solo... solo... ¿tendes?, digo: ¿cuál es, no? digo la bebida para cada momento de tu vida. Tranquilo, la que elijas estará bien. Yo estaré ahí ¿sí? Con vos, con mi copa así, levantad...

— Por favor, no se mueva.

Levantada para brindar por tus logros. Propongo un brindis...

— Por favor, ya estuvo bien.

Una infusión de Gin y músic de los Doors. Un brebaje de whisky cocés y la voz de Ros... Stewart cortejan cada sorbo y por últi... timo whisky irlandés con Van Morrison en la bandeja, ja, ja. Ultima cosa: no confíes en alguien a quien no le guste el vino… Te quier…

***

— Licenciada, el informe está incompleto. ¡Le falta firma y sello!
— Perdón…
— Es fundamental en estos casos que llegue el informe completo, por favor. ¡Me extraña, por Dios!
— No va a volver a suceder director…
— No, no a volver a ocurrir y si así sucediera voy a solicitar que la deriven. Prepare la orden de traslado del paciente. Ya está viniendo la ambulancia del neuropsiquiátrico.
— ¡Cómo del neuropsiquiátrico! ¿Dónde está la Doctora Godoy? No, no… el paciente… acá hay un error…
— Ningún error, licenciada. Aquí está el diagnóstico de la doctora Godoy y la anuencia de un familiar directo del paciente.
— No puede ser, el único familiar directo es su hijo y no creo…
— No se trata de creencias, licenciada. Debería ser más profesional como la psiquiatra Godoy. Aquí está la autorización...

— No lo puedo creer...
— ... firmada de puño y letra. Mire... Aquí, mire, la firma de la Doctora Godoy certificando el traslado, y del hijo del paciente, Valentino Figueroa, revalidándolo.  
— ¿Delirios impositivos? ¿Delirios defensivos? ¡Esto es un gran error, director!
—¡Por favor licenciada! En su informe usted verificó que el paciente activa mecanismo de defensa que lo hace por exaltación. Aquí está, léalo, “con su conducta manifiesta la necesidad de comunicar, compartir y buscar adeptos a su sistema de creencias…" En cuanto al diagnóstico de delirios defensivos, usted informó que el paciente "lo hace por depreciación, y con su conducta manifiesta la necesidad de alejarse de los otros, busca protección y ocultarse…"





2 comentarios:

  1. "hay que estar siempre borracho. todo consiste en eso: es la única cuestion. para no sentir la carga horrible del tiempo, que rompe los hombres y nos inclina hacia el suelo, teneis que embriagarnos sin tregua, ¿pero de que? de vino, de poesia o de virtud, de lo que querais pero embriagaos"
    Charles Baudelare

    Felicitaciones en esta nueva vida, te quiero!

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  2. Muchas gracias!! oportuna cita del gran Baudelare

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