8 de abril de 2020

DESDE LA TRINCHERA



CORONAVIRUS //// 08.04.2020

Desde la trinchera: "La mayoría de los médicos salimos de la universidad pública"

En diálogo con Agencia Paco Urondo, el médico pediatra especializado en terapia intensiva Diego Crocitta se refirió a su trabajo diario en el hospital para enfrentar la pandemia del coronavirus. "Agradezco los aplausos, pero es nuestro deber lo que hacemos", aseguró.






Por Raúl Haurat
Agencia Paco Urondo conversó con el médico Diego Crocitta (MN 117815), coordinador de la unidad de cuidados intensivos pediátricos del Hospital Privado Nuestra Señora de la Merced. Médico de guardia en terapia intensiva del Sanatorio San Cayetano y de la Clínica Monte Grande y médico de urgencias del Hospital Santamarina de Monte Grande. En una charla encendida, Crocitta describió desde adentro como es el día a día en un hospital luchando contra una epidemia invisible. Un médico, como tantos, educado en nuestra Universidad Pública y Nacional que se pintó la cara cuando la nación lo exhortó. Con el estetoscopio entre los dientes y enfundado en un ambo como broquel, revive en este diálogo como es vivir cada guardia como una nueva batalla contra una pandemia que aqueja al mundo entero.

APU: Voy a comenzar por los más chicos. ¿Cómo es la infección en niños? ¿Qué recaudos tienen que tener los padres?
DC: La infección en pediatría, tanto en neonatología, que son los chicos recién nacidos menores de un mes y toda la población pediátrica casi hasta los 18 años, surgen enfermedades leves como catarros, o a lo sumo puede dar una neumonía. Dentro de toda la gravedad son neumonías que no requieren de terapia intensiva. En contraposición con este marco, toda la población pediátrica es muy transmisora de virus hacia el resto de la población, el equipo médico y el personal de la salud. Se ha visto que transmiten por vía fecal mucho más que por vía respiratoria no así por vía orinaría. La eliminación fecal puede llegar hasta 21 días y la respiratoria se negativiza al día 14 aproximadamente y persiste la vía fecal. Los que hacemos terapia intensiva pediátrica, no esperamos tener grandes complicaciones de pacientes.

APU: ¿Hay casos pediátricos que tengan gravedad?
DC: El coronavirus afecta más que nada a la población adulta. La mujer embarazada también es muy transmisora pero no se ve tan afectada como la población mayor de 65 años. Si hay una mamá que está a punto de parir, y tiene el coronavirus ya confirmado se la aísla del bebé, se saca leche y se administra leche de madre, pero no por pecho, hasta que se cumpla el plazo de eliminación de virus.

APU: ¿La lactancia materna protege a los bebes ante este virus?
DC: Si, sobre todo si viene la madre que está enferma. En esos casos se discontinúa parcialmente porque el bebé sigue tomando la leche de su madre pero no a través de la succión del pecho. Es el único caso donde se interrumpe junto con la madre de HIV. El bebé tiene que seguir recibiendo la leche de su madre pero sin succión sino por mamadera. Insisto, la madre es muy transmisora, y por algo que todavía está por resolverse, la embarazada no cursa una enfermedad tan grave seguramente porque debe tener anticuerpos más rápido que el resto de la población.

APU:¿Qué sucede si una mamá o un papá están infectados?
DC: En ese caso, hay distintos protocolos que todas las semanas se van actualizando. A principio de la pandemia, en Argentina directamente se los internaba. Ahora lo que se está haciendo es tratar de que si la enfermedad es leve y solo tienen síntomas respiratorios altos, lo que se trata de hacer es que permanezcan en sus casas con el aislamiento necesario; que no compartan el baño con el resto de la población. Hay unas guías que están dadas en la página (https://www.argentina.gob.ar/salud/coronavirus-COVID-19 ) donde explican cómo aislar a un paciente positivo que está cursando una enfermedad en su casa. Recomiendo mucho lavado de manos, y cada vez que esa persona va al baño el resto de los familiares tiene que limpiar con lavandina todas las superficies en las que entró en contacto la persona que ingresó con anterioridad. Esto va a ir cambiando día a día, todas las semanas tenemos distintas guías de manejo, es muy dinámico todo.

APU: Comienza el calendario de vacunas para los más chicos, corren las fechas, ¿Cómo se sostiene el calendario a partir de esta pandemia?
DC: Lo que todavía nosotros no conocemos es el comportamiento del virus en nuestro territorio, en nuestro hemisferio por decirlo de alguna manera. Uno como profesional va aprendiendo día a día. No sabemos si hay con infecciones, quiero decir que pueden asociarse otros virus o enfermedades bacterianas junto con el coronavirus. El calendario de vacunación se debe continuar y se sigue haciendo. Es muy importante que continuemos con el resto de las vacunas que hemos logrado que nos ayuden. Están hace años y cuando pasa algo por el cual la cantidad de vacunas baja en el mercado o hay menos pacientes que se vacunan los brotes de varicela, de sarampión, etc. vuelven. Entonces eso es un claro ejemplo que no debemos discontinuar el calendario de vacunas.

APU: A partir de la baja demanda en terapia intensiva pediátrica, vas a colaborar con las urgencias con adultos mayores. ¿Cuál es la diferencia en la atención entre niños y adultos?
DC: Las enfermedades pediátricas son casos muy leves, en general en el mundo hay muy pocos casos que han terminado en terapia intensiva y no se sabe si son producto del virus o no. Pueden estar cursando otra enfermedad asociada. Son muy pocos. A partir de este escenario, mi profesión es más que nada la urgencia, cuidados críticos. En pediatría al tener pocos casos, yo lo que quiero es brindar ayuda a la población que más lo va a necesitar cuando todo esto crezca como se espera. Esa es la población adulta. Se están armando muchos hospitales y centros de contención pero la realidad que los casos muy graves, que pueden llegar a ser el 10% de todos los infectados, va a requerir terapia intensiva y es un desafío tener todos los respiradores para esa gente.

Si bien todos los médicos podemos ayudar en algo, poner un granito de arena a todo esto es importante porque los terapistas de adultos van a estar saturados. Yo puedo llegar a brindar algo de conocimiento. Muy distinto no creo que sea. Entubar a un paciente, o colocar una vía central. Son vías que van directo al corazón. Tengo práctica en chicos. El tema que después el manejo es totalmente distinto, y ahí preguntaré sobre las dosis, las cargas de la presión del respirador porque es distinto. Te doy un ejemplo: neonatología utiliza mucho respirador. Tienen una parte muy intensiva que para mí es otro mundo. Yo atiendo chicos que tienen más de 30 días. Entonces pediatría con adultos va a pasar algo muy similar. A la hora de las catástrofes estamos preparados para dar una mano.

APU: ¿Cuál será el criterio para los pacientes que ingresen en ventilación mecánica y quienes no?
DC: En cuanto a los pacientes que ingresen en ventilación mecánica son los que están muy graves. Donde se genera una neumonía, y llega un punto que la oxigenación del pulmón se ve colapsada por la cantidad de virus alojados en el pulmón. En ese caso, la enfermedad pasa de ser de la vía área alta a la vía área baja. Los pacientes que tengan alguna enfermedad previa las van a pasar peor. Entonces, con ese cuadro cuando ya la dificultad respiratoria sea muy importante ingresan a respirador.

APU: Se está armando en Campo de Mayo un lugar para atender a los enfermos con síntomas de coronavirus de forma masiva. Aparentemente habrá respiradores, teniendo en cuenta que a nivel privado cuesta muchísimo, ¿Cuál es tu panorama teniendo en cuenta que se tiene previsto asistir más personas infectadas que las camas de terapia existentes?
DC: Hay muchos lugares que están armando hospitales pero es más que nada para la enfermedad más leve. Si necesita de cuidados, quizás deciden aislarlos porque están con un requerimiento de oxígeno que no es el que va a tener en el respirador o sea que el paciente está más estable. En ese caso se lo puede manejar en un lugar donde no haya terapia intensiva. Pero cuando la demanda de oxigeno es mayor, necesitan otro tipo de cuidados. Que es lo que yo hago en pediatría.

APU: Los barbijos están costando que lleguen al personal de salud porque mucha gente hace un stock para uso personal, quienes tienen que entubar lo necesitan. ¿Es necesario el uso de barbijos en la población?
DC: Los insumos es lo que más nos está volviendo locos. Hay un letargo en que lleguen los barbijos. Estoy hablando de barbijos comunes. Los que se llaman barbijos quirúrgicos, que son los que te protegen cuando el paciente no está entubado y cuando no vas a hacer una maniobra invasiva. Ahora cuando necesitamos una maniobra para entubar es donde el paciente expone toda su vía aérea y necesitamos otro tipo de barbijo.

APU: ¿Qué barbijo necesitan para entubar y cuál es su característica?
DC: Se llaman Barbijos N95 que son los que permiten filtrar partículas menores a 95 nanómetros. Son mucho más caros. Ninguna clínica, ningún hospital está preparado para esto, entonces hace que no estén disponibles para las personas que los vamos a usar. A saber, las médicas, médicos, enfermeras, enfermeros, administrativas y administrativos, que están tomando los datos a los pacientes que llegan con enfermedades. Ahora esto también va a cambiar. Parece que la OMS (Organización Mundial de la Salud) va a hacer una recomendación del uso barbijos a toda la población cuando todavía no se sabe. Lo que se sabía era que el virus solo no anda, te tienen que toser en la cara para que te infectes. Incluso se dio una controversia.

APU: ¿Cuál es la controversia?
DC: Alguien dijo que si te tosen quedan en el aire esas partículas un tiempo que vaya a saber... ¿Cuál y cómo se estudiaron? Si vos pasas por el aire, justo en ese momento, te podes llegar a infectar. En ese caso el barbijo común te ayudaría, pero son todas hipótesis que en realidad nosotros no estamos preparados para que todo el mundo tenga barbijos.
Además los barbijos quirúrgicos tienen un plazo de dos horas de uso continuo. Una vez que lo mojaste con la respiración lo tenes que descartar, entonces hay gente que sale a comprar barbijos y nos los tenemos en los hospitales.
Incluso hay algunos policías que los ves con el N95 y a ellos no le sirve. Nos sirve a nosotros que no los tenemos. Se viene una crisis con este tema. Veremos esta semana. La realidad que estamos muy preocupados y es lo que más stress genera. Hasta ahora no tenemos gran aflujo de pacientes en las terapias, en los servicios de pediatría. Pero si cada vez que ingresa un caso sospechoso cuesta que lleguen las cosas. Hay lugares donde la gente los roba entonces es bastante complicado. El tema de los barbijos y los insumos va a tener que ser una política más clara de salud.

APU: ¿Qué te parecen las políticas de salud que se han tomado hasta ahora?
DC: Me parecen muy bien. Salvo la decisión que se tomó con los jubilados que fueron masivamente a cobrar. Me parece que eso fue una desinteligencia muy grande que nos puede llegar a dar muchos problemas dentro de 10 días.


PONER EL CUERPO

APU: Más allá del juramento hipocrático, ¿sentís que tu vocación de servicio está más fuerte que nunca ante una situación tan inesperada como esta epidemia?
DC: En cuanto a nosotros, creo que es nuestro momento. Sobre todo para poder ayudar y devolver algo a la sociedad, al sistema que nos ha formado en cierta medida. La mayoría de los médicos que estamos trabajando en los circuitos privados o públicos, salimos de la Universidad pública y nacional.

APU: ¿Qué sucede en los hospitales y clínicas, persiste la paranoia del contagio o se vive con un espíritu de cuerpo en el personal de sanidad?
DC: Hay un sector dentro del circuito médico que por miedo o desconocimiento actúa de manera egoísta. A mí me sale de querer ayudar pero el límite de ésta situación va a ser que yo pueda ayudar; siempre y cuando tenga todo para trabajar, sino nos estamos exponiendo a algo que es bastante grave y por dar una mano la podemos pasar mal.

APU: ¿Hubo momentos en que te sentiste abrumado por la situación?
DC: Abrumado por la situación no me he sentido. Nosotros estamos acostumbrados a esto, y a veces te da mucha impotencia el sistema y como la gente no cumple la cuarentena. Por ahora estamos esperando que esto crezca como se espera y ver como es el comportamiento del virus en Argentina.

APU: Las argentinas y argentinos en las últimas semanas están saliendo al balcón a aplaudir su labor. ¿Les ayuda en esta situación?
DC: El aplauso de la nueve de la noche… (Diego hace silencio y piensa) Tengo una situación medio extraña, la verdad que no lo estuve esperando, no lo estoy esperando, no es algo que lo tenga muy en cuenta.

APU: ¿Por qué?
DC: Porque me parece que es lo que tenemos que hacer. Si cada uno aporta lo suyo desde su lugar y se hace cargo de sus responsabilidades la cosa fluye y sale. Agradezco a toda la población por los aplausos pero siento que nos aplauden por algo que es nuestro deber hacer.

APU: ¿Un mensaje final que quieras dejar a los lectores de APU?
DC: Un mensaje que quiero dejar de mi parte que esto nos pone a prueba. Es una situación extraordinaria, y nos obliga a ser cada vez más humanos. Tomar decisiones que tengan la humanidad necesaria e intentar ponernos mucho en el lugar del otro. Con pequeñas acciones se puede hacer mucho. Espero que esta nota sirva para que conozcan un poco cual es la mirada que tenemos cierta parte de la población de salud.




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