El
amanecer en las playas del sur permite ver el sol reflejado en el mar, con un
color amarillo difícil de encontrar en los pomos de acrílico. Se necesita
mezclar con algo de rojo alheña para lograr un naranja preciso. El cielo
comienza en el horizonte con un color violeta con más rojo que azul índigo. Un
violeta intenso, que al acercarse al sol pierde su fuerza. Los rayos generan
una transparencia en el agua y las olas toman distintos colores por su impulso.
Es como si la paleta cromática se divirtiera dentro de un recipiente y jugara a
cambiar de pigmentos con la espuma como moderadora del caos.
Las
gaviotas suben y bajan con un ademán coordinado, armónico y sistemático. La
envidia de más de un coreógrafo de baile. A diferencia del atardecer (cuando
los colores se apagan, para dar paso a la oscuridad y a la luz de la luna) el
amanecer es la aparición del centelleo, la claridad y el color.
La
actividad de las nubes es más resuelta en la aurora. La atención está puesta
sólo en ellas, muestran sus habilidades como quien sabe que es observado.
Como en
la puesta en escena de una obra fastuosa, el protagonista principal se hace
esperar. El trabajo de los iluminadores del cielo es prodigioso, generan un
misterio en el horizonte, ante la inminente aparición de la figura estelar de
cada alborada: la salida del Sol.
Los
colores cálidos (rojo, naranja y amarillo) acometen a los colores fríos (azul,
celeste y violeta). El océano deja el anonimato de la noche y se hace ver en
toda su extensión.
La
presencia de algún barco pesquero, perdido en el horizonte, da cuenta del
tamaño de esa masa de agua inmensa y majestuosa.
Finalmente,
como si se divisara un gran incendio a lo lejos, el sol anticipa su aparición.
Las nubes son como pequeños trozos de algodón, colocados delante de una
hornalla. Con el calor en su interior, mutan, varían, cambian de forma en una
sintonía perfecta. El firmamento es más celeste que nunca. El canto de los
pájaros al unísono anuncia que el nuevo día ha comenzado. El Sol llega y se
posa sobre el horizonte con una autoridad que intimida. Los rayos del sol
reflejados en el agua, generan una perspectiva donde las líneas amarillas
atraviesan el mar como ranuras de fuego.
Todo
pasa muy rápido. El amanecer, ese arte de lo efímero, se esfuma para dar
comienzo a una nueva jornada.
Muy bueno amigo.
ResponderEliminarKarina Mabel Haurat
ResponderEliminarhermosa descripción!!! me da la sensación de estar viéndolo ahora.
6 de Julio a la(s) 22:26 ·
Margarita Bayruti
sos un poeta Raul
7 de Julio a la(s) 13:42
Maru Pancho
En mis viajes que hice por la ruta , tanto al amanecer como al atardecer , ESO QUE ESCRIBES ES LO QUE VIERON MIS OJOS , los volví a ver con tu descripción . ES HERMOSO !!!!!
7 de Julio a la(s) 18:00
Franco Shiro Sode
(...) espuma moderadora del caos (...) SUBLIME!
7 de Julio a la(s) 18:10 ·
Franco Shiro
Sode Caos + espuma en el mar -----> Teogonía -------> Afrodita
7 de Julio a la(s) 18:24 ·
Franco Shiro Sode
En Teogonía, Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de pedernal y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, lo castró con la hoz y arrojó los genitales tras él. Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias, las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma en el mar de la que nació Afrodita. Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.
7 de Julio a la(s) 18:29 ·
Viviana Alejandra Franquito,
convengamos que esta imagen no es muy poética... salvo para marilyn manson
7 de Julio a la(s) 20:13
Raúl Haurat
Me alegra mucho que les haya gustado, sobre todo que las palabras hayan sido el disparador de algunas imagenes. Gracias Franco por el dato de Teogonía, no conocia la historia. Nunca es tarde para seguir aprendiendo.
7 de Julio a la(s) 21:46
Franco Shiro Sode
A lo mejor es un tanto "intensa" la imagen de los genitales de Urano flotando en el mar como un kayak plástico, al lado del texto tan bonito que escribiste, pero cuando leí "espuma moderadora del caos" inmediatamente pensé que tu relato conversaba con Teogonía: El Caos fue lo primero que existió, luego vinieron los dioses y, en tal sentido, algunos tuvieron un origen más "feliz" que otros. Abrazo!
7 de Julio a la(s) 22:04
Magdalena Ruiz Guiñazu
sin olvidarnos que entre la espuma anda la lubina comiendo, lo que no es un dato menor. jejej Muy bueno Raul!
8 de Julio a la(s) 9:44
Magdalena Ruiz Guiñazu
...y seguramente alguna que otra burriqueta.
8 de Julio a la(s) 9:46
Si todos nos detuviéramos un instante a ver y mirar la inmensidad del movimiento en el tiempo honrariamos con frases y acciones la maravillosa vida recibida en regalo ...
ResponderEliminarGracias Raly por Colores del amanecer!!!