31 de julio de 2020

MANUAL DE PERDEDORES | 31 DE JULIO

 

Relato "Noche"

Libros: El hombre que amaba a los perros" 📚

Los Gatos | 50 años 🎼

Recomendaciones 👉 https://instagram.com/manualdeperdedores






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ACÁ


27 de julio de 2020

BARRO EN LA INUNDACIÓN






“Te torcieron el brazo y no bajaste más ni a la vereda;
nuestras pasiones cansadas entristecen a esta era que acaba…”
( "¿Qué pasó?" 1998)


Podes escuchar el vivo completo acá:

Recomendaciones




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MANUAL DE PERDEDORES | 17 DE JULIO



Capítulo 139 | VIERNES 21HS
✅Taller de Poesía Htal. Moyano
✅Libros: Hacia Rutas Salvajes 📚
✅Almendra | 50 años 🎼
✅Recomendaciones










***






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23 de julio de 2020

¿POR QUÉ LOS STONES VUELVEN SIEMPRE A 1973?




Mick Jagger, Charlie Watts, Ketih Richards, Bill Wyman y Mick Taylor en 1973



PIEDRA QUE RUEDA NO JUNTA MUSGO

La legión de fanáticos de los Rolling Stones está para bienes. En pleno confinamiento, mientras grupos y solistas se la ingenian para registrar versiones de viejos clásicos desde sus residencias, los Stones publicaron "Living in a ghost town", un tema nuevo tras ocho años de silencio. "Scarlet", con Jimmy Page como invitado, es el segundo de los tres inéditos de la nueva edición de "Goats Head Soup" (1973) que los Stones dan a conocer. Semanas atrás hicieron lo propio con "Criss Cross" una revisión de una canción grabada en 1972 que fue excluida y se espera aún la publicación de "All the Rage", composición que completa la saga.




Por Raúl Haurat


SOPA DE CABEZA DE CABRA


“La respiración en mis pulmones se siente aferrada y espesa. ¿Será veneno puesto en mi vaso? ¿Será lento o rápido?” balbuceaba Mick Jagger en “Dancing with Mr. D” de esta manera abre el álbum “Goats Head Soup” de 1973.

Jagger susurra sobre el riff letárgico e infernal de Keith Richards, mientras el pulso de las seis cuerdas de Mick Taylor se asocia con maestría a la Telescaster de Keith en un contrapunto portentoso en la que para muchos fue la alineación más inspirada que tuvo la banda británica en su historia.

Taylor ocupó el puesto del extinto Brian Jones tan sólo cinco años, de 1969 hasta 1974. Un paso fugaz en la anchurosa carrera de los británicos, si tomamos en cuenta que el primer recital de los Stones, fue en 1962 en el emblemático Club Marquee de Londres. ¡Sus Majestades satánicas cumplieron 58 años en el ruedo! Está claro que el indiscutible póker de ases que fue de 1968 a 1972, definió el estilo y la leyenda del grupo. El gran Taylor estuvo allí.


TANTO VA EL PÁJARO A LA FUENTE
A “Goats Head Soup” le sobra el groove pero fue ensombrecido por el álbum doble “Exile in Main Street” de 1972, apreciado por los críticos como el mejor disco de la banda en toda su carrera. Jagger y Richards, con los Beatles fuera de juego, se encontraban en el cima de la montaña hasta que en la segunda mitad de los setenta la cultura punk con los Sex Pistols a la cabeza, les sacudieron el avispero y los retaron a combatir. El cetro de campeón no es para siempre. Con “Some Girls” (1978) los Stones retornaron, al tiempo que asumieron que debían aggiornarse. Bebieron de la música disco, cambiaron de peso y de vendaje. Los Stones sin Taylor, retuvieron el cinturón. Bajaron del ring side golpeados pero airosos.


HURACÁN DEL 73
Luego de una década de grabaciones y giras dilatadas; fortalecidos por la aventura desbocada de un exilio sellado por razones tributarias en Niza, Francia, la banda era un dispositivo de canciones enfocadas y compactas. Con Mick Taylor asentado como lead guitar, la base sólida y aceitadísima de Bill Wyman y Charlie Watts, los Glitter Twins inhalaban el soplo de la gloria.

La mansión Nellcôte en la Riviera Francesa que alquiló Keith fue la adoptada para grabar con la ayuda del Rolling Stones Mobile Studio. El concurrente que ingresaba a la residencia con un instrumento salía con una aguja colgando del brazo. En el cosmos Stone de 1972 todo estaba suscrito por un cuerpo prismático junkie arrollador.


EL AÑO QUE LLORÓ UN PAÍS
Mientras que el 1 de julio de 1974 fallecía el tres veces presidente de la Nación Juan Domingo Perón y más de un millón de personas salieron a las calles a darle el último adiós; la factoría stone iniciaba una temporada de marchitamiento artístico. Sin grandes ideas, Mick y Keith afrontan el año del renacimiento del soul y el funk. El más corroído por las bienaventuranzas del rock fue sin dudas el postergado, talentoso e incomprendido Mick Taylor. Ese sería su último año en la banda. Mick se despide con “Time Waits For No One”, uno de los solos más memorables en plan Carlos Santana.





MANISH WATER
El título de la placa "Sopa de cabeza de cabra" es en honor a un plato de jamaicana llamado mannish water, una sopa considerada afrodisíaca en la isla donde grabaron los primeros demos. El disco contiene la balada más popular en el repertorio de los Rolling Stones: “Angie”, apoyada por la refinada “Winter” con un punteo de Taylor fenomenal y la depresiva “Coming down again” entonada por Keith Richards. Una voz con todas las pruebas emocionales que a ciencia cierta le tocó franquear a pesar de sus cortos treinta años; “Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)” una canción que habla de un pibe que es asesinado por la policía en un caso de identidad errónea y una nena de diez años que muere de sobredosis en un callejón. Así de heavies estaban los Stones en el ´73.

El undécimo álbum se completa con rocanroles como "Silver Train", "Star Star" y medios tiempos como "100 Years Ago", "Can You Hear the Music", entre otras.


TATUATE 
Si alguien me preguntara ¿Cuál fue el último gran disco en estudio de los Stones? Sin dudas diría “Tatto You” (1981) Detendría el tiempo ahí, como con esos amigos que uno quisiera haber visto por última vez antes que se desplomen en el crepúsculo de sus existencias o esas viejas glorias que regresan al club que los vio nacer, hocicando los cuarenta, después de varios años en Europa.
No es la primera vez que los Stones agitan la gaveta de 1973 cómo en estas horas. Luego de la grabación de Emotional Rescue (1980) el álbum donde Bill Wyman juega y reluce como pocas veces, con el que Jagger, Richard, Wood y Watts se enrolaban a los 80´s con tomas descartadas de Some Girls. Los músicos ingresan a los estudios a grabar su decimosexto larga duración. En su mayoría compuesto por tomas descartadas registradas durante 1973. Las primeras canciones utilizadas para Tattoo You fueron “Waiting on a Friend” y “Tops”. Las pistas fueron cortadas a finales de 1972 durante las sesiones de “Goats Head Soup” y cuentan con Mick Taylor, no Ron Wood, en la guitarra. Taylor más tarde exigió y recibió un porcentaje de las regalías del disco. Jagger, que esquiva aviones en el aire, tuvo que renunciar a una parte de la torta.
En el último gran disco en estudios de los Rolling Stones, la estampa de Taylor está presente. “Tatuado” como rezaba en cassettes, surge como un aditamento de “Sopa de cabeza de cabra”.





FRACKING STONES
Durante este confinamiento los Stones vuelven a zarandear el cajón del 73 para traernos nuevas canciones. En pocos días Miguelito cumplirá setenta y siete años. Los chicos malos de Dartford continúan emocionando a sus fans. Escudriñaron en los estantes relegados de los gloriosos 70´s tropezando con cintas producto del fracking Stone. Ese territorio donde aún hoy a través artilugios de pura cepa stone prolongan la pesquisa de grandes perlas rasgando el peñón del rock and roll. La discografía stoniana es inagotable. Tenemos anthology de canciones originales para rato.

Esta semana "Sopa de cabeza de cabra" volvió a ser noticia. Vitoreamos por "Scarlet", "Criss Cross" a la espera de "All the Rage". Sus majestades siguen rodando, porque piedra que rueda no junta musgo y en estos tiempos que corren, no es poca cosa.




13 de julio de 2020

MANUAL DE PERDEDORES | 10 DE JULIO



Manual de Perdedores

✅ 📚Jussi Adler-Olsen * Novela policial * Cine * Por Julián Delgado



 La poesía de Javier Martinez * Manal 50 años * Por Guillermo Riccio




Texto "Balcordeon"





Recomendaciones:
"Cruz" Nicolás Ferraro
"Shunga" Martín Sancia Kawamichi
"Pasajes" Pol Marias ( El Bien del Sauce Edita)


Valoramos mucho el acompañamiento, la escucha, 
la participación y sobre todo el respeto por lo que hacemos. 
¡GRACIAS!


🎧 PODES ESCUCHAR EL CAPITULO 138 🎧


Muchas gracias a Radio Paternal por retransmitir el programa en la emisora


12 de julio de 2020

PINTADOS CON SANGRE




“Bohemio y tu deseo de aferrarse a las espinas de las rosas,
Bohemio que prefiere que noche lo acompañe a caminar”


Podes escuchar el vivo completo acá:

Entrevista a Andrés Calamaro en FM ZOE (Fragmento)

NO TE CANTEES, LHASA






CAPITULO VIII

 

 

Las primeras dos semanas fueron espantosas. Franqueé una fase de sobriedad con excesivos cambios de humor. A pesar de los saltos y el insomnio, me aboqué de lleno a mi labor: conquistar el corazón de la señorita Amparo Garcés Marcilla.

Emprendí la misión de hurgar en las redes sociales. Precisaba estar abstemio para hacerlo con rigor. Amparo solo tenía una cuenta de linkedin, un párrafo con reseñas que no aportaban algo nuevo y nada más. Ella labraba sus correos y firmaba las notas como Amparo Hidalgo.

Desde que la conocí me llamó la atención que no tuviera instagram o facebook. Esa noche preparé una cantidad de café suficiente para zambullirme en la profundidad retorcida de los stalkers. Para empezar, indagué en todos los colegios primarios y secundarios privados de Salamanca. Confeccioné una planilla de Excel para tener un registro y tildar todas las búsquedas. Me ajusté el traje de Sherlock Holmes 2.0.

Luego de unas horas, al llegar al enésimo grupo de institutos secundarios madrileños me topé con un tropel: «Ex alumnas del International College Spain». Si Amparo finalizó sus estudios secundarios a los diecisiete años, tenía que escrutar fotos del año 2000.

Amparo nació en 1983 y creció en el barrio Salamanca, la zona más exclusiva de Madrid. El administrador de la página del instituto se tomó el trabajo de publicar una carpeta por año, desde 1972 hasta 2018 inclusive. Bajé todas las imágenes a mi escritorio e intenté con el zoom distinguirla entre sus compañeras. No me topé con las típicas jóvenes desbocadas en su viaje de egresados con el maquillaje corrido. Eran fotos de lo más careta. Actividades extraescolares como golf, equitación, natación y judo.

Reparé en unas postales de una pileta olímpica rutilante. En la subcarpeta “Campeonas 2000”, visualicé un conjunto de adolescentes detrás de una coqueta mesilla con trofeos de diferentes tamaños. Por último, una foto de una joven pelirroja alzando una copa labrada con una sonrisa esplendorosa que cerraba el álbum y detrás, afirmada en el borde de la pileta, distinguí a una chica delgada sin el gorro de lycra, unos rulos revueltos y una mueca desconfiada.

— “No te cantees, Lhasa” — decía un comentario.

¡¿Lhasa?! ¿Sería Lhasa el nombre de la chica vencedora? Alargué el stalkeo hasta que la luz matinal tiñó los barrotes del balcón. Obtuve dos datos reveladores: Lhasa era la manera en que apodaban a Amparo. Indagué en todas las cuentas con ese alias y así descubrí a la cantante canadiense Lhasa de Sela.

¿Sería Lhasa de Sela la artista preferida de Amparo? Mientras viajaba hacia la redacción me topé con una cuenta de instagram sin actividad desde 2014 bautizada @lhasa_83 con fotos de la cantante. Supe que era ella por los emoticones. Eran similares a su estado de whatsapp.

 

PASOS PERDIDOS

Las cosas andaban mejor en la redacción. Con el correr de las semanas mis traspiés habían quedado atrás. La actividad parlamentaria era continua, tanto en el Senado como en Diputados. Amparo cubría las reuniones de asesores en la cámara alta y yo descendía al fango de la cámara baja. Acerté con legisladores de tercera línea, garpes políticos extraviados en los pasillos del anexo que presumían con sus iphones y reclamaban a gritos una explicación.

— ¡¿Ahora?! ¿Cómo que soy miembro de la Comisión de comunicaciones e informática? Lo tengo que saber ¿Para qué te pago? ¡Podes venir ya al despacho! ¡Ya!

La Honorable Cámara de Diputados era un desmán. Por un lado, entrevistaba a parlamentarios versados, con tres y hasta cuatro mandatos en “la casa”, y por otro, a mujeres y hombres novicios de los saberes legislativos.

Era evidente el cambio de trapos en la temporada de cobro; lookeados con trajes nuevos se los veía más seguros. 

Por un lado acertaba con ex miembros de un consejo deliberante provincial, con cierta ductilidad que auxiliaba mi labor; en el peor de los casos, con paracaidistas que formaban parte de un proyecto político y asomaban como una dureza sintomática de lo que pasa en el poder.

Muchos de ellos no lograban desempatar un proyecto de resolución de uno de ley, al tiempo que detonaban sus tarjetas de crédito en "Cara Cruz" y "La Gran Taberna" de Combate de los Pozos.

Entender la rosca me llevó un tiempo, pero venía del fútbol donde vi cosas espantosas. Formarme en el periodismo deportivo tuvo sus ventajas. Forjé un músculo que otras especialidades no te ofrecen. Concretar una entrevista presentable con un jugador del ascenso es más difícil que tomar sopa con tenedor. En cambio en el Congreso cuando los tipos veían un micrófono se hacían paso a los empujones para hablar.


PORGUASA 

—   ¿Qué hace´ poraca, abezón?

—   Ey, Mondonguito.

—   Chito. cásoy Humberto.

—   Bueno…

—   Esjoda, bola. ¿Queandaciendo?

—   Estoy trabajando.

— Ah, la Comisio edeporte´...

— No, no. Trabajando acá.

—   Mejodé ¡acáno ves la redonda ninpedo, Maurito!

—   ¿Tenes cinco minutos? Necesito hablar con vos.

El jefe de seguridad de la entrada de Diputados resultó ser un viejo e ilustre conocido, capo de la hinchada de un importante club de Primera "C". Sabía al dedillo de sus contactos con el submundo del poder. Mondongo salió un tiempo con la Bichi, una prima mía.

—    ¿Qué tomas? —   le pregunté a Mondongo.

—    Nopuedocabia´

—    ¡Un cafecito, che!

—    ¡Quéambiado questá´ loco!

—    ¿Por qué?

—    Tragedia, corbateli, nochupa´ lamañana...

—    Eramos pendejos. El traje es por laburo…

—    Hacelaorta questo´ gile´ te zarpan conlamarita —   me apuró.

—  Mira, Mondonguito. Estoy en el horno. Bardeé en el laburo, no me echaron de pedo.

—    Con razó´ note leíama´ en el Suple, le ijeal abezón…

—   No estoy más en el Suple. Un amigo me rescató y me mandaron a política… Te la hago corta: No tengo credencial Mondon…

—  No me digamanada. Cuchame Maurito, cúchame bien. De ocho a cuatro toy yo, ¿ta´? Mi relevo es unuchacho mío, Ariel, El Toto de...

—   De Rafael Castillo.

—   ¡Ecole! ¡Mira que sescató! Tuvo una nena. La beba ahijadita mía, la Jennifer ¡Ojo! Metero y te arranco la cabeza. Vo´sabe´comoeto, eh.

—   Quedate tranquilo, Mondongo ¡Por favor!

—   No sea´ bola. Con él teaneja´ a partir de la´ cuatro. Si hayesión, cucha, si hayesión tencanuta´ en el bufé. Pedite algo, eliario, no sé.

—  Tranqui.

—  No toy yo, te queda´ oyando por pasoerdido ¿conocé?

—  Si, conozco.

—  Anotahí, anota emío y el del Toto.

—    Che, Mon…

—   Meoy. Graciasaestro —   le dijo al mozo —   Tengo que volve´ despué´ te pasoel de un pibito mío porguasa´ lo tengo enion eniobamba.

—  Dale.

—  ¿Tuprimita? ¿ien?

¡Gordo degenerado! Estaba más duro que sanguche de tortuga. Al salir del bar llamé urgente a mi prima y arreglé un “café”. La piba estaba sin laburo y aceptó sin peros. Mondongo, los "nenes" y yo armamos un grupo de Whatsapp: “ENTREGA LA BICHIII”

Desde esa mañana, sin credenciales ni acreditaciones, me manejé por el palacio como el Larva Saturno por la línea de cal. Sergio me dijo en off "yo quería jugar de nueve, Mauro. No me gustaba jugar de wing y empecé a hacer la bicicleta para no aburrirme"

 

LOS NENES

Me presentaba en los despachos como periodista parlamentario. Los plazos para acreditarse habían culminado y no había tiempo para esperar. Pronto generé muy buena relación con dos jefes de prensa de los bloques más progres. De los doscientos cincuenta y siete legisladores, había una decena que no tenían ni idea donde estaban parados. La información para el diario la obtenía temprano. Llamaba a la redacción y le pedía tiempo a Amparo para lograr los borradores de los dictámenes en minoría.

A media mañana me encanutaba a tomar mate con los nenes de Mondongo. Había un solo escollo: que algún diputado levantara el teléfono para preguntar lo que no debían. Me podría traer un quilombo con el diario o con Mondongo. Jugaba sobre la línea. Muchas veces los que menos saben son los más peligrosos.

Tuve que cambiar de estrategia en cuestión de días. Con brío fui por los peces gordos. Era otro riesgo que debía asumir pero operaban data de primera mano. Ellos mismos eran los autores de los proyectos más sensibles y impulsores de noticias de interés.


LA RED

Armé una red paralela que consistía en marcar a los nenes quienes eran los legisladores recién llegados interesados en pegar. Generaba el nexo y me abría. Tenía un extra por única vez y no me ensuciaba. Como estaba limpio y protegido lo hacía más por adrenalina que por guita. "Yo quería jugar de nueve y empecé a hacer esa movida para no aburrirme"

De golpe y porrazo, los miércoles de sesión eran una festividad. Fue como volver al campo de juego sin césped. A rayo partido el sol trepaba la cúpula del Palacio falseando un bowling ball; al tiempo que los diputados prorrogaban el tratamiento en sus bancas como si recién comenzaran con el debate. En los palcos de prensa y algunas gradillas escatimaban los bostezos.

 

LA LLORONA

En menos de un mes estaba instaladísimo y conforme con mi doble rol. Llegaba a casa y las noches que estaba sin Valentín me disponía a oír música mientras preparaba la cena y apretujaba en mis manos una pelotita antistress. En ese período de desvelos escuché todos los discos de Lhasa De Sela como parte del plan pergeñado por el Gusti.

Estuve al filo de una recaída mientras tintineaba “La Llorona”, un álbum exquisito. Rancheras de vodevil con aires flamencos. La cadencia vocal de Lhasa me recordó a la dama del poncho rojo: la gran Chavela Vargas. Los graves remachaban el perfil dramático de las canciones y yo flotaba. Con los ojos entrecerrados vislumbré a Amparo errando por la Gran Vía.

Sólo me quedaba saber si el favoritismo por Lhasa de Sela aún perseveraba en mi jefa de redacción.

 

GÓNDOLAS

En medio de una discusión acalorada marcada por la presencia de grupos de manifestantes, mientras el jefe de bloque oficialista cerraba una sesión le escribí a Amparo:


como viene senado?

 

redactando el cronista y tú?

Salgo en 10

dejo la luz encendida 

Te vas?

Perdón

Estas redactando o ya te vas?

no me voy

 

 

Durante una sesión con interrupciones por falta de quorum obtuve testimonios exclusivos. Llegué a la redacción alrededor de las dos de la mañana. La única luz encendida era un monitor que avivaba el semblante de Amparo. Mientras me acercaba, como dos rosas, sus dos mejillas se veían brillar.

 

— ¿Cómo va? — me preguntó Amparo, inerte, frente a su Inspiron con la figura intacta de alguien que inicia un nuevo jornal.

 

— ¡Muy bien! ¿Te llegaron los textuales?

 

— Si, perdón. No tengo buena señal en el móvil.

 

— Tengo una primicia, Amparo.

 

— ¿Alguna modificación en el proyecto de…?

 

— ¡Al proyecto de góndolas lo van a encajonar!

 

— ¡Eso sí que me gusta, joder! ¿Quién te dio esa información tan cojonuda?

 

— Santiago Messa, el autor del proyecto.

 

— ¡Ostia! Eso sí es tener un cacao. Escribid la nota y la publicamos ya mismo en el portal. No tenemos tiempo para la versión papel. Adjuntad el cartulario por favor. ¿Hablasteis con la producción de la primera mañana?

 

— No. Ahora iba a llamarlos.

 

— Veo que estáis atento.

 

— ¿Por?

 

— Pues estuviste bien en no enviarlo por whastapp. Yo me encargo del llamado.

 

—…

 

— Te felicito, Mauro.

 

— ¡Gracias!

 

— ¿Qué sucede?

 

— Quiero decir… decirte algo — articulé ceceando. ¿Qué carajo me pasaba? ¿Tengo que dormir más horas? ¿O “los nenes” la cortaron demasiado o esta mujer me hipnotizó?

 

— Bueno, hombre, echa la primera papilla.

 

— Me gusta… eh, me gusta trabajar con vos.

 

— ¡Bueno! A mí también, chaval. 

 

— Amparo, eh…

 

— Larga ya el rollo ¿Desde cuando eres encogido?

 

— Me siento… Nada, muy cómodo trabajando con vos. Hace tiempo que necesitaba trabajar en equipo.

 

— Bien, ¿y?

 

— Y nuestro trabajo es muy solitario y... acá viste, bueno, no soy bien visto.

 

— Tranquilo, Mauro. Ya deja de echarme esa mirada y larga el rollo por favor.

 

— Nada, que sé yo… Quería invitarte a tomar algo mañana, mejor dicho hoy cuando nos levantemos…

 

— ¿Acaso me estas tirando la caña?

 

— No, no.

 

— ¡No hombre, estaba de coña!

 

—…

 

— ¡Era una broma! ¡No lo decía en serio!

 

—Ok, ok — dije mientras tiritaba al tiempo que me acordaba de la madre del Gusti, que Dios la tenga en la gloria.



                       


Capítulo IX https://bit.ly/2N6F78y


5 de julio de 2020

EXTRA EXTRA





“Los Sex Pistols tocan gratis esta noche
Puedo acabar con el machismo argentino
Ya lo vas a ver. Ya lo vas a ver”
 
(Extra, Extra 1983)




Podes escuchar el vivo completo acá:
https://instagram.com/manualdeperdedores

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