Que
florezca en esta nueva estación lo mejor de cada uno. El mejor pétalo, el más
refulgente, el mejor fruto que podamos ser. Con la
mirada en el horizonte, en las estrellas y hacia el corazón. Reguemos siempre
la senda donde aprendimos a ser humildes con los que tienen menos y agrandarse
en la adversidad. Baldeemos nuestros sueños comenzando por las raíces, que las
hojas son del viento y los hijos de la vida. Juguemos
más y especulemos menos.
Caminemos bajo la lluvia. Crezcamos. Porque crecer no
es lo mismo que hacerse viejo. Crecer,
crecía el frijol mágico y sus hojas terminaban de verse mezcladas con las
nubes.
Todos
los que han hecho historia han soñado mientras trabajaban