... A
la hora de poner las manos sobre el fuego, el buen amigo habrá de ponerlas aun
cuando sepa que es posible quemarse. Porque las manos en el fuego con la
seguridad de no sufrir quemaduras las pone cualquiera. El verdadero amigo es el
que pone las manos en el fuego aun cuando sabe que se va a quemar. Y si Maradona
que tantas alegrías nos ha dado, no merece que hoy nosotros pongamos las manos
en el fuego aun cuando las saquemos quemadas, pues entonces yo no entiendo
nada, ni de fobal, ni tampoco -lo que es peor- de la vida...
Alejandro
Dolina. 30/06/1994 (Después del dopping de Maradona en USA)
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