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27 de mayo de 2017

MANUAL DE PERDEDORES 27-05-17



FM 107.1 


Manual de perdedores | sábado 27 de mayo.

Recordamos en un relato al video Club “Victory” de Barrio Sarmiento con música de The Velvet Underground y Lou Reed. En Literatura de todas formas hablamos de Andrés Caicedo. El primer hípster latinoamericano que en la Cali de la década del setenta (muchos años antes de facebook y youtube) el escritor lo sabía todo sobre literatura, cine y The Rolling Stones. Inauguramos la sección “Abrazo de Gol”. Guillermo Riccio nos trajo en esta primera entrega Historias Negras Del Fútbol Argentino del gran Alejandro Fabbri. Un cierre con Eduardo Galeano y musica de Mano Negra para concluir con el capítulo 34 de este globo de emociones llamado Manual de perdedores.




SI TE PERDISTE EL CAPITULO 34 PODES ESCUCHARLO



1 de febrero de 2017

BLOW UP





www.radiozoe.com.ar




Hacer radio en Zoe 107.1 es maravilloso. Hacer radio con alguien que admiras, del que fuiste y sos oyente es más estupendo aún. El martes 31 de enero comenzó este hechizo de verano. Iniciamos junto a Dak Geralini Piccorardo una aventura en el dial. Blow Up: cine, historias y discos.


Un programa de verano donde los vinilos siguen vigentes...






22 de diciembre de 2015

LUCA Y MEDIA




¿No sé qué hubiese sido de nosotros si Prodan no se hubiese enamorado de Argentina a través de una foto de la familia de Timmy en las sierras de Córdoba? Un día como hoy Luca se alejó más del suelo y más del cielo (también). 
Desde aquel 22 de diciembre de 1987, las mañanas en el Abasto ya no fueron las mismas y rock nuestro de cada día tampoco. De eso no tenemos dudas.




- ¿Qué opinás de la historia del rock nacional?


- Cuando yo vine acá, no hablaba castellano... y al principio, la verdad que me parecía ridículo el rock en castellano. Y después, como fui entendiendo castellano... Mirá, la mayoría es copiado de otras cosas y eso a mi no me gusta. Pero... Manal, por ejemplo, a mí me gusta, hacen un blues bastante crudo pero tienen letras bien de Buenos Aíres, es bien de acá. Spinetta me parece rebuscado, todos dicen "las letras matan" pero nadie entiende lo que está diciendo... Y ahora no me gusta, todos esos arreglos con ochenta cambios de acordes, que al final no dicen nada. Por ahí me gusta más su primera época. Me gustó su disco de viejos temas, Kamikaze, había cosas más sencillas. Y de lo de ahora, Soda Stéreo, me parece que ellos la hicieron bien (se ríe)... pero yo ahorro el maquillaje y el peinadito raro y todo eso, eso es rebuscado también. Virus no me gusta para nada, me parecen totalmente fríos. Cualquiera puede comprar un teclado, un secuenciador y una batería electrónica, y puede hacer música. Pero si yo le doy una guitarra criolla a Federico Moura y le digo "pelá algo que me mueva el corazón", no pasa nada, ¿entendés? Lo mismo puedo decir de Gustavo Cerati o de Miguel Mateos. Ellos quieren ser famosos, tener minas, guita, yo no quiero nada de eso. Yo siempre tuve mujeres, siempre tuve mi guita -de otras maneras-, pero si me das una criolla, yo te pelo algo, ¿entendés? Es la diferencia entre ser un músico que tiene la música en el corazón, como Mercedes Sosa o Atua... ¿cómo se llama? Atahualpa Yupanqui, o ese que es medio grasa, pero también tiene la música en el corazón, Jaime Torres. A mí dame esos tres y no los tres rockeros que yo te conté antes. La música es sentirlo, no "querer ser músico": serlo.








12 de agosto de 2015

DIA PERFECTO









La sed de mi mocedad me reveló el hechizo de Sumo, honras de Luca me trajeron hasta la maestría de Lou Reed. Gracias al viejo Reed tropecé con un paraje en un barrio hinóspito apartado de los mandatos. Así voy, tal vez pareciera que me pierdo en el camino pero me guía la intuición. Nada me importa más que hacer el recorrido más que saber adonde voy. 





11 de noviembre de 2013

¿PORQUE LOU REED?





Porque su forma de cantar es única. Si bien no es un gran cantante su voz suena a bourbon y cigarrillos negros. Salió del cliché de las canciones de tres minutos con intro-puente-estribillo. Sus temas son extendidos y épicos, nos describió la idiosincrasia de los barrios de Long Island como nadie. Caminó por el lado salvaje durante toda su vida.
Es uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo pasado. Junto con Bowie y Marc Bolan fueron los fundadores del glam rock. Movida de la que comieron muchos artistas de los setenta. ¿Qué sería de Kiss, Alice Cooper, Iggy Pop sin el glam?

Influenció a muchos músicos de nuestro país. Uno puede escuchar su riff característico en canciones como "Nada es mejor" de La Portuaria, "Down" de Guasones, "Calavera" de La Mancha de Rolando por dar algunos ejemplos. Juanse, líder de los Ratones Paranoicos, copiaba el look de Lou Reed (circa 1974) a fines de los ochenta. Ropa de cuero, teñido de pelirrojo y lentes Ray Ban.
Sumo solía tocar en vivo un tema del neoyorkino. Leave Me Alone (Dejame en paz). Luca admiraba a Lou Reed. Trajo sus discos bajo el brazo al llegar al país, brazos que supieron de la adicción a la heroína. A fines de los sesenta; mientras Litto Nebbia y compañía construían su balsa, Lou Reed, sumido en su adicción, le escribió a su dealer (I´́m waiting for the man).

Porque me recuerda al polaco. Hoy en el umbral de los cuarenta me permito una analogía con el 2x4, ahora que estoy más cerca de "Tinta Roja" que de "Brown Sugar" con el gran Roberto Goyeneche. En sus primeras grabaciones con Salgán y con Troilo el polaco fue un correcto cantor de tango. En cambio en su etapa de las presentaciones con Piazzolla en el Teatro Regina, en el albor de los ochenta, interpretó como pocos los viejos clásicos con su impronta, su fraseo. La voz de Roberto se apagaba pero encontró un estilo que tiene, a mi entender, dos etapas bien marcadas. Yo prefiero la segunda, donde la interpretación es lo que cuenta. Goyeneche, al final de su carrera, se corrió del biotipo acartonado del cantor que hace de la técnica su fuerte. Disolvió la Velvet en su mejor momento y se fue a Europa. Se instaló en Berlín y nunca fue el mismo. Se reinventó y lanzó al mercado uno de sus mejores discos, Transformer.

Como la banda de punk rock 2 minutos con su disco Valentín Alsina, Lou Reed tituló a su producción de 1989 : New York. Su ciudad, su inspiración, la gran manzana, la ciudad más cosmopolita del mundo. Repleta de galerías de arte, de museos, de músicos callejeros, de rascacielos, de homeless, de sordidez y de crack. Pintó su aldea y conmovió al mundo. ¿ Acaso que otra cosa es el arte sino conmover?







3 de febrero de 2012

EL VUELO




- ¿Tenés todo? – dijo papá.
- Sí - respondí
- ¿Pasaporte, pasajes?
- Sí, papá ya te dije que sí.
- Bueno…, disculpá, voy a poner algo de música si no te molesta.
- ¿No querés hablar? - le pregunté
- Prefiero manejar con música - contestó.
- Está bien, estuviste callado toda la semana, ¿no tenés nada que decir?
- Ya te dije, yo quiero lo mejor para vos y si lo mejor es que vivas en Los Ángeles te voy a apoyar.
- Y querés musicalizar éste momento ¿no?
- ¿Qué decís?- dijo y giró su cabeza hacia mí.
- Te ví anoche seleccionando temas - dije decidido.
- Sí, cargué unos temas en el bichito éste… Creí que dormías.
- ¿Te puedo hacer una pregunta más?
- ¡Estás preguntón hoy, ¡che!
- Una más – insistí.
- Bueno… ¡Dale!
- ¿Por qué le pusiste “sin nombre” a la carpeta?
- ¿Queeeé?
- Ahí... Ahí dice sin nombre.
- Ah, no sabía qué nombre poner, es eso. Como no tiene nombre lo que siento hoy… Es alegría por vos y tris…
- ¿Estás triste, pa? - interrumpí. Fue una pregunta inoportuna, decidí cambiarla. - ¿Quiénes son éstos?
- ¿Estos?... Thin Lizzy
- Suenan bien, ¡eh!
- Sí, suenan, además es una de mis bandas favoritas.
- ¿Posta?
- Sí, cabezón.
- Hace rato quería preguntarte algo…
- Decime.
- ¿Qué significa para vos el rock, pa´?
- ¡Qué sé yo!... Para mí el rock es la música de mi adolescencia.
- Vos sabés que el papá de Jhonny ¿viste? escucha Dyango el chabón.
- Y bue... Hay de todo. No me mires así... Ya sé que papá está grande, que debería escuchar otras cosas, algo más melódico, pero a papá le gusta esto, me estremece ésta música, ¿qué voy a hacer?
- ¿Estremecer? ¿Cómo?
- Sí, estremecer… qué sé yo, como cuando te tiras a la pileta en un día de mucho calor y el agua está muy fría y al rato empieza a gustarte y ya no podés salir, no querés salir. Eso es estremecer, eso es la música para mí. Claro que a veces escucho otras cosas. Pero no puedo evitar escuchar de vez en cuando algo que me emocione, ¿comprendés?
Mi viejo se había embalado y quedaban pocos minutos de viaje hasta Ezeiza.
- Mirá - continúo. Nunca hablé de esto con nadie... yo preparaba dos cassettes: uno para la ida y otro para la vuelta a la facultad. Las pilas se consumían muy rápido y la radio era una buena opción, sobre todo para tapar el sonido ambiente de la General Paz. Iba todas las mañanas desde casa hasta Ciudad Universitaria en el 28 semi-rápido.
Para mí - continuó mi viejo - era deprimente escuchar radios fm como la Aspen con temas de Phil Collins tan temprano, ¿viste? Entonces armaba mi propio compiladito rockero y el viaje se hacía más ameno. ¡Llegaba desinformado pero feliz!
En la madrugada, mientras preparaba las entregas para la facultad, escuchaba a Dolina... ¿Sabes qué cabeza?, el rocanrol me cambió la vida, en más de una oportunidad hubo canciones que me han sacado de esos pozos depresivos que sólo si fuiste y sentiste como adolescente podés entender…
- Nunca te escuché hablar así - quise decir algo inteligente y dije esa boludez.
- Siempre hay una primera vez- comentó papá - En definitiva acá estoy, tachero, tranqui, pero insatisfecho... ¿Para qué te voy a mentir? El taxi nos dió de comer, con el taxi pude darte una educación y con el taxi estamos yendo a Ezeiza. Es contradictorio para mí, siento que no alcanzó, ¿entendés?
- Bueno papá, ¡tampoco la pavada! Además vos no sos como los boludos de la parada. Ellos son diferentes… Más… más -no quise ser tan duro- clásicos digamos.
- Te digo más- continuó papá como si no me hubiese escuchado - Esto queda entre nosotros ¿tamo? A la madrugada paro en un café y los escucho, ¿viste?, porque yo siempre escucho. Y hablan al pedo, opinan sobre ustedes los adolescentes y yo me pregunto si alguna vez tuvieron quince años.
- ¿Por qué?
- ¡Porque parece que nacieron viejos, che! Cajetean todo el tiempo, yo que no entiendo eso de la crin, crinf…
- ¡Creamfields!
- ¡Esa mierda! No comprendo esa música, eletrónica, ¿eh? Pero no por eso tengo que ser tan prejuicioso, mi viejo, tu abuelo... murió sin saber quién fue Lou Reed y eso no significa que fuera un anticuado para mí. El viejo Lou sigue siendo un artista del carajo y mi viejo el tipo más íntegro que conocí.
Papá respiró profundo, yo quería que ese momento no terminara. Fijó la mirada al frente como si buscara las palabras en el asfalto de la autopista Richieri y dijo algo que no voy a olvidar jamás:
- ¿Sabés qué, cabezón? Fuera de joda ¿eh? Ojalá algún día la música te llegue y cale tan hondo en el alma como a mí, ojalá algún día alguna expresión artística te conmueva, ojalá algo por básico que sea te saque del montón, te ayude a ver en perspectiva y puedas contemplar la realidad con todos los sentidos... La música no sólo se escucha, se siente, trae aromas. Pocas cosas me han llegado tan profundo como el sonido de una armónica… el sonido de un piano, pero esos podridos de New Orleáns, ¿viste?, en mi puta vida estuve ahí, pero estuve, ¿entendes?. ¡Benditos esos blancos ingleses que reivindicaron a los negros americanos!, hicieron versiones de sus canciones y pudieron conocerlos en el mundo entero. A esos, a los que se la juegan donde todos se hacen los pelotudos… Se hubiesen quedado con su música pasatista de post guerra, sin embargo escuchaban música margineta norteamericana, como lo fue alguna vez el tango, ¿entendés?, acá, en Argentina, en Buenos Aires, digamo´, el tango alguna vez fue marginal, música de cabarulos, de conventillos…
- ¿En seeerio?
- !Sí! Y todos esos músicos ingleses que hoy pisan los setenta, alguna vez tuvieron dieciocho, diecinueve años como vos. Frecuentaban los bares de las afueras de Londres y mamaron el blues y el rocanrol como si estuvieran en el delta del Mississippi.  Les agradezco, ¿viste?, a ellos que no necesitan explicar nada, que siguen escuchando lo que sienten como a los veinte…
- Acá hay que doblar, papá.
- Tenés todo me dijiste ¿no?
- Sí- respondí-. Vos sabes que ayer cuando contaba de mi trabajo en una disco noté que el tío y la tía se burlaban de mí...
- ¡No les des bola a esos fracasados que vas a terminar igual que ellos!- sentenció mi viejo - Una cosa más, si alguna vez ya grande seguís escuchando lo mismo que ahora y alguien te dice que tenés que cambiar, madurar, escuchar otra cosa... Dyango, vals, bolero o Mongo Aurelio, consejo de un gil: hacé la tuya hijo, escuchá a tu corazón y vas a tener la respuesta, no pienses tanto como yo, mirá cómo terminé...
- Vos siempre decís que a un caballero sólo…
- … le interesan las causas perdidas- completó papá. No me hagas caso, dame un abrazo… Andá, andá, dale, que sale tu vuelo… ¿Tenés carilina? Tomá mi pañuelo… Dale que tengo que entregar el taxi a las cuatro.
Mi viejo intentó mostrarse duro, pero sus ojos estaban vidriosos. Nunca lo vi llorar y ese día no fue la excepción. Subí al avión, saqué mi ipod touch y busqué la carpeta "sin nombre" que pude copiar mientras papá dormía. Puse "King of the blues" de Gary Moore y no pude pensar en otra cosa que en él y sus palabras.
Pasaron muchos años de aquel día. Mi carrera como DJ en Los Ángeles tuvo momentos de éxito y de bajones. El balance es más que positivo, hice lo que quería: laburar de lo mío. Volví a la Argentina el domingo, me instalé en el departamento que le compré a papá en Capital. Miré el reloj, tomé el ascensor y salí de la cochera a los pedos. El cementerio cierra sus puertas a las cinco. Suena Thin Lizzy, no sé el título del tema, el dolor en ocasiones no tiene nombre, duele y ya. Ahora entiendo a mi viejo: nada de flores, nada de mariconadas…