"Sobre
su brazo quedó la punta marcada
y
allá en el bajo perdió su tarro de Dior"
Recomendaciones
Mi
filosofía es de la calle
Entre
el errático «Furtivos» y el mutlipremiado «Fieras Lunáticas» repaso un álbum de
transición de la discografía paranoica como «Tómalo o déjalo». El cassette no
paró de repiquetear en la pieza del hotel donde paramos en Bariloche en el
viaje de egresados, “… A Juana de Arco le hicieron quemar”.
Los Ratones
Paranoicos fueron el tanque stone local con el que construí mi personalidad en
la desconcertante pubertad. Pienso en la sorpresiva religiosidad que acometió la
vida del cantante de los Paranoicos en el último tiempo: "Vi a Jesús con
la corona y dejé los vicios de un día para otro”. A Juanse no lo juzgo por lo
que hizo con su vida, lo juzgo por lo que hizo con la mía.
Me
pregunto si el tiempo endulza los recuerdos, a lo mejor no haya sido tan así, para mí sí lo fue y eso es lo que
importa. Primaveras donde la existencia teñía un paisaje inmortal, donde no nos
cabían los chamuyos berretas. Vivíamos en estado de presente.
Persistentemente
vamos a peregrinar por los mismos shows, los mismos temas, las canciones que
nos atraviesan. Firme mientras las gentes salen a morir sus vidas, vuelvo a
reelegir los discos que nos hicieron felices. Celebro que desanden las bandas y
tornen a los escenarios, porque con ellas regresan los buenos tiempos y el
recuerdo de quienes se adelantaron en el viaje. Para ser sincero, rebusco en
una canción de los Ratones la senda que perdimos. La trocha de bracear contra
las olas. Trepo a mi tabla, entre cerdos y peces, embebido en la efervescencia
obstinada de la cultura rock porque somos muchos los que no olvidamos que sólo
los peces muertos nadan con la corriente.
Una perla "sólo los peces muertos nadan con la corriente"
ResponderEliminarHola Kary! Gracias por la lectura y tu comentario. Un gran abrazo!!
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