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13 de septiembre de 2015

FRANCISCO



Un diseño hecho en Barracas que llegó hasta el Vaticano y fue bendecido por el Papa Francisco. Estas piezas encuadradas estarán ubicadas en los treinta y tres hospitales de la ciudad de Buenos Aires para que familiares y amigos que visitan a los pacientes puedan dejar sus intenciones. Nunca soñé con llegar al Vaticano a través del Diseño Gráfico. Está bueno, creo que es mejor lo inesperado que esperar lo imposible.








Enviado por el Papa Francisco




30 de abril de 2015

MILITANCIA ON LINE










El estadio de fútbol será el tablado para intentar concebir una idea que me apremia desde hace un tiempo.
Cuando cantamos en la cancha incitamos a nuestro equipo desde lo simbólico. Es algo pasional y único de experimentar. Sin embargo, desde lo racional sabemos, así sea de manera involuntaria, que el equipo ha entrenado en la semana y el DT junto a todo el cuerpo técnico ensayó un dibujo táctico según el rival a enfrentar. Alentamos, puteamos, reprendemos, pero el equipo ganará, empatará o perderá en tanto y en cuanto sepa plantear el partido y prevalezca sobre rival dentro del campo de juego ( siempre y cuando el arbitro no te cobre dos penales en contra y te sancione un gol en posición adelantada con dos jugadores menos). 
A veces siento que el aliento que irrumpe de una popular en un estadio procura ser replicado en las redes sociales.
Ejemplo: Un diseñador gráfico representa una idea en imagen con algo alegórico al tema de la semana, ya sea deporte, espectáculo o política y se golpea el pecho hinchado recostado en su silla reclinable al ver el resultado de su pieza publicada en facebook. Cuando el retoque fotográfico es en relación a laudos tomados por el gobierno, encontramos posturas claras a favor o en contra. En cada imagen posteada en el muro o en cada tweet podemos ver el feedback que se genera a través de un “me gusta” o un RT dando consentimiento a la idea.

La militancia 2.0 y el photoshop parecen hermanarse y la abstracción supera lo simbólico del grito en la cancha. En cada bramido de pongan huevo que tenemo´ que gana´ no fraguamos que los jugadores se cristianicen en ovíparos, más bien es un modismo, una forma de decir. Pero al menos la tribuna es un sitio real. Allí nos vemos las caras con el de al lado. Vivimos alegrías y tristezas. Gritamos un gol o salimos desalentados en caso de un empate ilícito sobre la hora o una derrota.
Las redes sociales llegaron para quedarse, no se pueden desinventar. Tengo el anhelo que un futuro inmediato por cada imagen diseñada y divulgada, por cada montaje con una tipografía cool a modo de epígrafe, por cada representación detrás de una PC, Notebook o Mac, se sume un militante real en un plenario, en una mesa de debate. Nos encontremos con un vecino más en la reunión de consorcio, un ciudadano en un petitorio, un compañero en una campaña de afiliación, un alumno de CBC en un debate en la universidad. Ya sea por cuestiones mínimas como el valor de las fotocopias o transcendentales como el plan de estudio o el presupuesto destinado a educación. 
Las reuniones de consorcio son una buena forma de comenzar a participar. A veces las asambleas son convocadas por la administración en el horario del prime time televisivo. Decidimos no bajar al hall del edificio y teorizamos que el temario será el mismo que la asamblea anterior para justificar la decisión del faltazo. De esta manera es muy difícil.

En fin, soy ambicioso, pretendo que no perdamos la permanente e incómoda sensación de ansiedad. La convicción de que las cosas pueden cambiar, la mirada cara a cara con vos, con él, con ella. Podemos ser muy creativos a través de la pantalla; sin embargo ningún programa de diseño logró (al menos por ahora) emular o superar la imagen de un grupo de personas reunidas, de su olor, de esa textura onírica de hablar todos juntos.
Asambleas caóticas con un moderador que mira dislocado hasta que alguien con voz tenue en el fondo pide la palabra con timidez. Se hace escuchar en el silencio sordo del salón y su alegato sale del montón y esgrime una reflexión que quizás muchos de nosotros cavilábamos en la soledad de la vigilia.








12 de abril de 2013

RUMBA & BLUES





Estadio de River, primavera de 1992. Llegaron temprano, serían las seis de la tarde más o menos. No habían almorzado. Compraron en la Shell de Udaondo dos Cindor Shake frías y dos paquetes de galletitas: uno de Rumba y otro de Mellizas. Tarde-noche de chocolatada y blues. Ella fumaba, el no. Él jugaba en deportivo Riestra. Un stopper rústico con limitaciones técnicas. Además le molestaba el humo; años después se convirtió en un fumador de paquete y medio diario. Conservaba algunos juguetes de la infancia. Pedía permiso para salir, no sabía hacer su cama y de vez en cuando hacia alguna compra en Supercoop. Ella era glamorosa y algo presumida, le gustaban los Guns and Roses y a él las mujeres como ella. Allí estaban en el campo del monumental. Extasiados por el blues y rocanrol que desparramo la troupe de Pappo y Black Amaya en el escenario del gallinero.

Ella abrió un cartón de Malboro light de diez, prendió uno y el humo en su cara invitaba a comerle la boca. Cuando finalizó el show del Carpo, la espera se hacía cada vez más densa. Estar en ese lugar no era políticamente correcto para el manual de un rocker stone ortodoxo. Los Guns eran la banda del momento. El estadio explotaba. Fue hasta el baño, miró la puerta de salida… Decidió quedarse, no se podía ir. La morocha le debía un beso y recordó que el paquete de Rumba aún estaba sin abrir.










15 de marzo de 2012

ÉXITO

















El sistema se alimenta de ideas que en algunas ocasiones nacen en el juego, quizás en este momento alguien este jugando en algún recreo sin imaginarse hasta donde se puede llegar... a no bajar los brazos y a perseguir nuestros sueños que en definitiva en cumplirlos consiste para mi el verdadero éxito.







26 de enero de 2012

SIN MORRÓN





"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, 
los que obedecen, pierden el respeto"


Un nuevo convenio con gusto a poco. Sin soluciones a los problemas y con muchos problemas para una solución: un sueldo digno. Nosotros discutimos y los funcionarios pasan. Como pasaban los meses sin cobrar, casi casi con porteñitos (moneda que no se llegó a emitir).
El peso escaseaba. Apaléabamos la espera con patacones, lecops y créditos del trueque y sin monedas tener que ir a laburar en bici. Desalojos de casas tomadas, incendios intencionados en época de elecciones. Toma de edificios por falta de pago de subsidios. Sin baño, sin aire, apenas un ventilador. Windows 95 cuando existía el XP. Sin insumos, con la crítica de la gente que somos todos ñoquis... " vo si que te la lleva toda eh".
Sacando adelante las gestiones más allá de los colores políticos. Internas, puterío, colegas solidarios, profesionales creativos que laburaban con lo que tenían. Gente de mierda, amigos, ¡todos los matices imaginables!. Años y años de discusiones de sobremesa. Los chicos crecen y siguen escuchando la misma cantinela.
Al leer la nueva “Negociación colectiva” me siento impotente. Recibo otra mala noticia y no me quejo, escribo. Quizás alguien lo lea. Me sentiré bien por diez minutos hasta volver a renegar. Ésta vez la incertidumbre se presenta con otro disfraz. Antes fueron las fiestas, ¡ya no recuerdo cuantas! De pasarlas con los huevos en la garganta. La espera de la renovación del contrato en enero para cobrar en abril. Esa incertidumbre tenía plazo al menos. La aceptabas o no. Sin embargo esta nueva incertidumbre de correr atrás de la pelota pareciera no tener fin.
Miro por la ventana y pienso seriamente en renunciar. El coraje me dura diez segundos, tengo un alquiler que no sabe de esperas, un hijo de tres años que no entiende que a veces no hay. El recuerdo de la voz de mi viejo que me decía: “Con éste trabajo sólo no podés”.
Cada vez que leo estos convenios miserables vuelvo a lo mismo, a no ser el dueño de decidir cuando salir de la prepizza con queso berreta para dar el gran salto a la de jamón con morrón (así sea una vez al mes)
La voz insiste: “camina, actualizá el curriculum, tenés un título”. Voy por la prepizza resignado. Paso por el Dia descuento, el queso fresco está en oferta. La voz culmina  así  " vení más seguido a verme... La próxima no traigas orquídeas ... Son muy caras, hijo”