El tiempo pasa. Es una verdad
inobjetable. Mientras me amoldaba a ciertos rituales me topé con mis treinta y diez, como diría el gran
Joaquín.
Decido hurgar en mi
biblioteca, a revisar los libros que me conmovieron de chico para ver donde
estoy parado con respecto a mis sueños. Resuelvo
llevar un libro a la mesa de luz para
leer antes de dormir. Observo en
la esquina del anaquel del medio la colección de “Elige tu propia aventura” y
concluyo reacomodarlos por número. Esta serie fue la tarjeta de admisión al
universo de los librojuegos hasta
concluir el viaje en estación "Rayuela". Sigo, “Cuentos de la Selva”, un
ejemplar curtido de tantas mudanzas y pegado con cinta scotch. Horacio Quiroga
me introdujo en un mundo de fantasías a partir de historias protagonizadas por
animales. La Gama Ciega desembarca en Disney y le gana por knock-out a Mickey
Mouse con un cross a la mandíbula.
En el estante de abajo, una
edición en tapa blanda de “Niebla”. Miguel de Unamuno fue fundamental para mi
formación. Bukowski. El desparpajo. Una prosa insolente y un registro que nos
calzó a medida. Después de "El cartero" todos queríamos escribir
sobre nuestros despidos laborales. A la izquierda, “Patas arriba” de Eduardo
Galeano, el poeta y ensayista que nos abrió las cabezas con "Las venas
abiertas de Latinoamérica". “Así habló Zaratustra” y “Un mundo feliz” uno
al lado del otro. Los libros de Nietzsche y Huxley los compré por siete y nueve
pesos respectivamente en el parque Rivadavia un sábado a la mañana. Dieciséis
pesos alcanzaron para cambiar mi percepción del mundo de manera radical (y
peronista). Venía de caravana después de salir del Viejo Correo. Me comí el
viaje lisérgico de un Morrison de conurbano sin Pam, sin banda y sin pantalones
de cuero.
Veo varias biografías. “Life”
de Keith Richards, que me regalaron este año, la de Miles Davis escrita por Ian
Carr, increíble, y recuerdo la de Anthony Kiedis en primera persona, la más
recomendable por lejos, ¡Que no está! La presté y nunca volvió.
Está bueno llevar un registro
de lo que prestamos y ¿por qué no de lo vivido? Una especie de diario
de viaje. Confieso que hace más
de veinte años que escribo en cuadernos con algunas interrupciones, llámese pereza, ocupaciones, parejas, matrimonio, bobadas de
treintañero. Una costumbre de contar que fui adaptando como hábito. Los dos primeros años de Julián los tengo asentados en más de seis
cuadernos escritos de puño y letra. Apuntes que tomaba en las eternas esperas
en un juzgado civil. Pero siempre vuelvo a la lectura.
Leer es maravilloso. Como esas noches de sobremesa en el viejo barrio donde la falta de luz nos dejaba al descubierto, expuestos ante el silencio y allí en esa morada serena, en la patria de todo hombre, con las manos debajo de las piernas y la cabeza apoyada en la mesa, me gustaba escuchar las conversaciones de los grandes. Hasta que un día, cuando creí que mi vida comenzaba a marchar sobre ruedas, sufrí un desamor. El desafecto es una gran fuente de inspiración para crear. Allí emergió la necesidad de poner en palabras emociones que debía plasmar antes que la desazón me quite el aire. Una voz extraña que no pide permiso. Empuja por salir, moviliza y sacude la maraña con aspereza y sin sopor.
Leer es maravilloso. Como esas noches de sobremesa en el viejo barrio donde la falta de luz nos dejaba al descubierto, expuestos ante el silencio y allí en esa morada serena, en la patria de todo hombre, con las manos debajo de las piernas y la cabeza apoyada en la mesa, me gustaba escuchar las conversaciones de los grandes. Hasta que un día, cuando creí que mi vida comenzaba a marchar sobre ruedas, sufrí un desamor. El desafecto es una gran fuente de inspiración para crear. Allí emergió la necesidad de poner en palabras emociones que debía plasmar antes que la desazón me quite el aire. Una voz extraña que no pide permiso. Empuja por salir, moviliza y sacude la maraña con aspereza y sin sopor.
Continúo con el anaquel de los escritores
argentinos, de izquierda a derecha la novela “Dudoso Noriega” de Sasturain, que
comencé a leer el verano pasado y dejé inconclusa, “Poesía reunida” de Juan
Gelman, un regalo de cumpleaños, “Cuarteles de invierno” de Soriano, “Titanes
del Coco” de Fabián Casas, los de Arlt hasta llegar a “Bestiario”, de Editorial
Sudamericana, tapa verde fluor. Lo compró mi vieja, usado, en una época donde
la guita no sobraba. Lo analizamos en las inolvidables clases de Lengua y
Literatura de cuarto año del secundario capitaneadas por el profesor Héctor Omar Saldaña.
Recorro la última repisa,
allí están mis mayores tesoros. Por un lado "Ana Karenina" de
Tolstói, la novela más extraordinaria que leí en mi vida. La desocupación del
año 2000 fue una excusa para irme a vegetar al libro. Recuerdo tardes de
lectura en la playa al tiempo que cobraba el seguro de desempleo. Leer a
Tolstói es marchar a vivir otra vida. Fue mi Netflix durante más de dos meses. Por otro lado, pegadito, "Crimen
y Castigo" de Dostoievski, otra joya, tapa dura, marcada en la página
doscientos y pico desde el año 2004. Convendría terminar de leer la historia de
Raskólnikov antes de morir, no sin antes cumplir el sueño de ver a San Lorenzo
con mi hijo, juntos, en Boedo.
Tengo que tomar una decisión.
Me dispongo por “El Libro de arena” de Borges, uno de los `accesibles´ y
“Bestiario” el primer libro de cuentos de Cortázar. Los dos a la final. Inicio por "Casa
tomada" y combino con el "El Otro", hasta que me gane el sueño.
En la vigilia un pibe de más
o menos once años intenta hablar con un hombre de unos cuarenta. Le pide la
pelota que cayó en una habitación contigua. El veterano se niega, tapona la
puerta y desoye el reclamo. El niño intuye que a ese tipo lo activa sólo el
dinero. El cuarentón rechaza un austral que le da el niño. El pobre no
comprende que el pibe busca complacerlo. Decía Freud que uno es feliz cuando realiza sus deseos de pibe;
por eso el dinero no da felicidad, porque los niños no sueñan con dinero.
¿Qué pensaría tu yo niño del adulto en el que te has convertido?
GB Desayunando un sábado gris mas no esperaba encontrarme reflexionando a esta hora, pero siempre es oportuno mirar hacia atrás para poder ver bien claro hacia adelante. Comparto varios de los libros, de hecho el que ilustra tu publicación lo leímos con mis hijas recientemente, al igual que mi favorito de chico, el de la Gama ciega...Larga vida a tanto talento...abrazo grande!
ResponderEliminarFG Mira la última adquisición de Fidel cuando fuimos a la librería. Versión nueva mini pocket
VL Buenísimo! Ahora... q pregunta la dl final no??? Llena d contenido Emoticono smile yo x lo pronto me quedo pensando...
S S A vos te emocionaron en tu infancia y, a mi me hizo acordar de mis viejas épocas de bibliotecaria escolar, cuando los chicos enloquecían por estos libros!!!!! Gracias Raúl!!!!
M P Feliz día del libro, Raúl! Te cuento que el modelo que se siguiò para esa inefable colección ELIGE TU PROPIA AVENTURA fue... nada menos que Rayuela, de Julio Cortazar. Los argentinos dejamos sembradas muchas ideas en el mundo de los libros...
L S Jajaja yo lo tenia ese libro ,auque te confieso que me daban un poco de miedo algunos finales y los dejaba de leer, muy buen relato!!!!
M B Feliz día!
Kgb Gb Me encanto, me llevaste a entrar en esos recuerdos Raul!!! Me dejaste pensando con la pregunta y veo que no soy la unica. Jajajjaj. Emoticono wink
K H Que bueno que traigas a mi memoria ese recuerdo de tus inicios, con este libro siendo sólo un niño y sentir que eras feliz así. Como lo siento ahora " que uno es feliz cuando realiza sus deseos de pibe "..
C G Feliz día del libro Raulito!!jaja q capo sos Raúl q talento tenés,m hiciste acordar d un libro favorito q tenia d chico q seguramente muchos habrán leído, El Principito,no se si en 3* o4* estudiábamos y leíamos en la escuela,me acuerdo también d Shunko la vida d un nene indigena d Santiago del Estero, otro libro favorito q atesoró cn mucho cariño es La Razón d mi Vida(sabes quien lo escribió noo)ahora d viejo estoy leyendo mucho a Sacheri habla mucho d historias d fútbol y deporte y por supuesto estoy leyendo mucho la Biblia, ahhh me olvidaba d otro fundamental el Martin Fierros...como verás Raúl, leo...lo q deje d leer es el Clarín jajaja!!!
VC Que buenos libros !!!!!!!!! Y que lindos recuerdos .
ZP Hermoso relato kmo siempre,besos y FELIZ,DIA DEL LIBRO!!!!!
S A Impecable tu comentario, sobre todo recuerdo mucho el de Casa tomada, porque lo representamos en el colé. Hace muchos años. Y justamente para el día del libro, hize un poema donde me saqué 10. Jjjjjj Feliz día del libro... Me hiciste viajar.!!
M P Que bueno recordaste a unos de tus primeros libros , quizas no sea el mejor , para algunos ,pero lo que vale es el sentimeinto que te produce y te hace feliz al leerlo . Feliz Día para todos los Libros !!!!
K H Muy lindo relato..muchas gracias por compartirlo conmigo, Felicitaciones...besos:-*
A P Yo a mi hijo le conseguí algunos, y me encantó leerlo con el.
M P Que buenooo!
V G Muy encantó. Espero que a mi yo niña le guste la adulta que soy jajaja. Hermoso relato!
M P Todo gracias a RAYUELA. A mi Rayuela...
M C P GRACIAS IGUALMENTE.