21 de julio de 2012

PARANORMALES 11-07-12



PODES ESCUCHAR EL PROGRAMA del 11 de Julio de 2012
Click Aquí: PARANORMALES

Programa radial emitido por  www.radiozoe.com.ar  FM ZOE 107.1
Miércoles 22:00 a 24:00



Conducción: Yael Di Giuliano, José Nicotera y Raúl Haurat
Operación Técnica: Patricio Fazio y Gaby Nicotera




4 de mayo de 2012

EL RUSO Y SALDAÑA






Anoche seguí desde un bar cercano al Congreso la votación en diputados. Recordé aquel 1992, año de la privatización de YPF.
Yo estaba en la secundaria y en el despertar de muchas cosas que hoy me acompañan como la radio, la militancia y el dibujo.
Ayer recordé a un tipo que admiré entonces y sigo respetando: Norberto Ruso Verea. Durante cinco años fui oyente de su programa de radio: La Heavy Rock and Pop.
La heavy fue pura sinceridad. Un espacio radial que suscitó la duda, las ganas de estar en un estudio alguna vez. Si bien no tuve ni tengo un sólo disco de heavy metal, a las editoriales de El Ruso las esperaba como los viernes.
El comienzo de la década fue una época de cambios, hormonales (propios de la pubertad) e ideológicos. Años donde se necesitaba de una voz con autoridad donde recostarse. La dirigencia de entonces no inspiraba. La revolución productiva nunca llegó, el ansiado salariazo tampoco.
El adolescente adolece y yo encontré en La Heavy Rock and Pop un lugar, como tantos otros pibes. Me acobijó en la larga madrugada de 1991 hasta 1995 cuando el programa finalizó.
La heavy salió al aire mientras un grupo de diputados peronistas disidentes ( llamados más tarde el grupo de los ocho) en la Cámara de Diputados esgrimía sus verdades en contra de la ola de privatizaciones neoliberales. Esos tipos te invitaban a seguir creyendo, participar, militar, el grupo de los ocho remaba contra la corriente, lo que es mucho decir.

En la noche de ayer recordé aquel 1992, años de la convertibilidad, de las editoriales de Verea, de los debates de Neustadt-Grondona vs. Germán Abdala en Tiempo Nuevo en medio de la orgía menemista. 
También recordé el colegio, el Instituto Cristo Obrero. A Héctor Saldaña, profesor de Lengua y Literatura de 4to año. Un docente que nos hablaba de Operación Masacre, Las venas abiertas de América Latina y Rebelión en la granja con la foto del patrono de la escuela -San Leonardo Murialdo- de fondo. 
Quien suscribe le da gracias a Saldaña porque gracias a docentes como él comencé a mirar hacia el pizarrón con más atención. En el microclima de un colegio católico un profesor recomendaba leer a Rodolfo Walsh, Eduardo Galeano y a George Orwell. Yo no sé si estaba contemplado en los planes de estudio pero fueron fundamentales para mi formación. 
A los 15 años los conceptos que asimilas quedan impregnados. La cabeza de un adolescente es como una esponja. Recuerdo también que el tipo no aburría con el típico análisis sintáctico, semántico o morfológico. Nos enseño a pensar (algo que pocos hacían) . Ante la pregunta de cuantos libros había que leer en la vida, una vez contestó: “no menos de quinientos”.
El mozo del bar miraba hacia Avenida Entre Ríos. En la mesa de al lado un viejo cajetilla con su mujer y una expresión en el rostro de :“ ¡La juventud está perdida! o ¿Ahora se acuerdan de la militancia?”. Quizás el viejo no lo pensó, pero sé que muchos lo piensan. 
Cuando la onda era correr detrás del jopo, el discman (reproductor de CD portátil) y los solarium, muchos de nosotros transitábamos otros distritos: sabíamos que era un local, un plenario, un congreso partidario. 
¡Claro! Aquellas reuniones no tenían el glamour de Caix, El Cielo o La Embajada. Pero ahí estábamos; como hoy (desde el más absoluto ostracismo) como ayer. Mitad orgulloso, mitad nostálgico. Orgulloso por lo logrado, nostálgico por los que no están. 
La privatización de YPF en 1992 fue el punto más alto de la avanzada contra el pueblo argentino, quizá la noche de ayer sea el comienzo de una recomposición.
Cuando se privatizó YPF había consenso, había un clima privatizador. "Doña Rosa" se había creído el cantito de Neustadt. Recordemos que el cierre de campaña del ex presidente Carlos M*n*n fue en el programa de Marcelo Tinelli. 
Videomatch, era de lo más visto en televisión, comenzaba a medianoche. Hoy es común mirar un programa en ese horario, en aquel momento no. Raúl Portal y su Noti-dormi habían sido pioneros. Programas de televisión que le cambiaron el sueño al televidente. Había una intención: el desempleo era de 25%... ¿Para qué madrugar?
Los veinticinco años que median entre el golpe de 1976 y diciembre de 2001 son una sola película y a partir de ahí empezamos a recomponer, a amigarnos con la política. Es extraño que a dos noches separadas por dos décadas las pueda vivir y sentir con la misma intensidad. 
Ayer entendí que veinte años es muchísimo (con perdón del maestro Le Pera). 
Ayer respiré profundo. Llené de aire mis pulmones como aquellas noches en el viejo barrio, donde intentábamos ser íntegros, con errores o no, andamos por la vida tratando de serlo. Épocas de sintonizar el dial en 106.3 a las cero horas. La radio con el volumen bajo... dormirme y no apagarla, al otro día ir al colegio semidormido, pero feliz de salir al recreo largo de las 10:10 y comentar algún pasaje de "la heavy".

Anoche, al finalizar la sesión en la Cámara de Diputados donde se aprobó el proyecto que recupera el control estatal sobre YPFpensé en lo bueno de poder admirar a un legislador disertando en el recinto. Ésta vez no eran 8 son ¡207! defendiendo desde su banca lo que siempre defendimos: lo que es nuestro.
Hoy, en lo individual, mi memoria recuperó a el Ruso Verea y sus editoriales que iluminaban las madrugadas de los primeros años de la década ... hoy en lo colectivo siento que recuperamos parte de lo que es nuestro... recuperamos la pelota. Espero que seamos capaces de tenerla y no perderla de nuevo. 






15 de marzo de 2012

ÉXITO

















El sistema se alimenta de ideas que en algunas ocasiones nacen en el juego, quizás en este momento alguien este jugando en algún recreo sin imaginarse hasta donde se puede llegar... a no bajar los brazos y a perseguir nuestros sueños que en definitiva en cumplirlos consiste para mi el verdadero éxito.







24 de febrero de 2012

VOLVER




Volví a mi segunda casa, de todos los viajes que hice éste fue muy especial: llegué junto a Julián
He viajado mucho, he vivido en distintos lugares, he perdido la cuenta de las veces que me mudé, he inmortalizado en mi retina amaneceres y atardeceres que ningún plasma, ningún lcd o led pueden empardar... ya no tengo veinte, pero sé que me quedan muchos kilómetros por recorrer.

Me imagino un domingo de sobremesa, con la familia y las anécdotas que se suceden unas tras otras: "Eso me hace acordar una noche en Clorinda, íbamos con..." y ¡que apaguen los celulares! A ver si algún desprevenido piensa que el mapa termina en la General Paz.

Volví a Mar del Plata y sentí que había llegado a mi casa, a mi barrio. Me viene una imagen recurrente: bajar del bondi, caminar a la madrugada algo mareado por los pasajes de calle de tierra de Barrio Sarmiento*, los perros que se asomaban, me miraban y agachaban la cabeza, me conocían, ellos sabían quien era yo y yo sabía quienes eran ellos… había llegado a casa.
La vida moderna esta lejos de aquella tranquilidad. A no asustarse si nos ladran; ¡es buena señal!... significa que todavía no finalizamos el camino, que debemos seguir buscando nuestro lugar, recuperar nuestro aroma e ignorar a quienes ladran de rabia, la rabia en el fondo es tristeza y a nosotros nos enseñaron a no perder la alegría.
                                                                                 



*Homenaje Tardío


Barrio de mi infancia
escondido en La Matanza,
peronista y matancero
con potreros y añoranzas.

Año nuevo…¡Gran excusa!
con las mesas en la calle,
familias de la cuadra juntas
ya no creo que ésto pase.

Los cortes de luz llegaban
con las lluvias y tormentas
y las velas alumbraban
castigadas calles e´tierra.

Las cloacas se tapaban
después del aguacero...
y a destapar con las cañas
en el patio de La Vero.

Cuando el agua bajaba,
se festejaba como un gol.
Alistar bolsas de arena
y salíamos al cordón.

Sobre la tierra humedecida,
Camilo y Tatú patinaban.
Sus zapatos embarrados
y los codos empinaban.

Los asaltos...¡Qué momento!
¡Cómo han pasado los años!
primeros roces en los lentos
primer beso y desengaño.

La urgencia hoy nos lleva
tras la búsqueda del vento,
¡Pero cómo no recordarte!
querido Barrio Sarmiento.

Este homenaje tardío
al barrio que mi vio crecer
bolitas, trompos, baldíos
infancia que no has de volver.










3 de febrero de 2012

EL VUELO




- ¿Tenés todo? – dijo papá.
- Sí - respondí
- ¿Pasaporte, pasajes?
- Sí, papá ya te dije que sí.
- Bueno…, disculpá, voy a poner algo de música si no te molesta.
- ¿No querés hablar? - le pregunté
- Prefiero manejar con música - contestó.
- Está bien, estuviste callado toda la semana, ¿no tenés nada que decir?
- Ya te dije, yo quiero lo mejor para vos y si lo mejor es que vivas en Los Ángeles te voy a apoyar.
- Y querés musicalizar éste momento ¿no?
- ¿Qué decís?- dijo y giró su cabeza hacia mí.
- Te ví anoche seleccionando temas - dije decidido.
- Sí, cargué unos temas en el bichito éste… Creí que dormías.
- ¿Te puedo hacer una pregunta más?
- ¡Estás preguntón hoy, ¡che!
- Una más – insistí.
- Bueno… ¡Dale!
- ¿Por qué le pusiste “sin nombre” a la carpeta?
- ¿Queeeé?
- Ahí... Ahí dice sin nombre.
- Ah, no sabía qué nombre poner, es eso. Como no tiene nombre lo que siento hoy… Es alegría por vos y tris…
- ¿Estás triste, pa? - interrumpí. Fue una pregunta inoportuna, decidí cambiarla. - ¿Quiénes son éstos?
- ¿Estos?... Thin Lizzy
- Suenan bien, ¡eh!
- Sí, suenan, además es una de mis bandas favoritas.
- ¿Posta?
- Sí, cabezón.
- Hace rato quería preguntarte algo…
- Decime.
- ¿Qué significa para vos el rock, pa´?
- ¡Qué sé yo!... Para mí el rock es la música de mi adolescencia.
- Vos sabés que el papá de Jhonny ¿viste? escucha Dyango el chabón.
- Y bue... Hay de todo. No me mires así... Ya sé que papá está grande, que debería escuchar otras cosas, algo más melódico, pero a papá le gusta esto, me estremece ésta música, ¿qué voy a hacer?
- ¿Estremecer? ¿Cómo?
- Sí, estremecer… qué sé yo, como cuando te tiras a la pileta en un día de mucho calor y el agua está muy fría y al rato empieza a gustarte y ya no podés salir, no querés salir. Eso es estremecer, eso es la música para mí. Claro que a veces escucho otras cosas. Pero no puedo evitar escuchar de vez en cuando algo que me emocione, ¿comprendés?
Mi viejo se había embalado y quedaban pocos minutos de viaje hasta Ezeiza.
- Mirá - continúo. Nunca hablé de esto con nadie... yo preparaba dos cassettes: uno para la ida y otro para la vuelta a la facultad. Las pilas se consumían muy rápido y la radio era una buena opción, sobre todo para tapar el sonido ambiente de la General Paz. Iba todas las mañanas desde casa hasta Ciudad Universitaria en el 28 semi-rápido.
Para mí - continuó mi viejo - era deprimente escuchar radios fm como la Aspen con temas de Phil Collins tan temprano, ¿viste? Entonces armaba mi propio compiladito rockero y el viaje se hacía más ameno. ¡Llegaba desinformado pero feliz!
En la madrugada, mientras preparaba las entregas para la facultad, escuchaba a Dolina... ¿Sabes qué cabeza?, el rocanrol me cambió la vida, en más de una oportunidad hubo canciones que me han sacado de esos pozos depresivos que sólo si fuiste y sentiste como adolescente podés entender…
- Nunca te escuché hablar así - quise decir algo inteligente y dije esa boludez.
- Siempre hay una primera vez- comentó papá - En definitiva acá estoy, tachero, tranqui, pero insatisfecho... ¿Para qué te voy a mentir? El taxi nos dió de comer, con el taxi pude darte una educación y con el taxi estamos yendo a Ezeiza. Es contradictorio para mí, siento que no alcanzó, ¿entendés?
- Bueno papá, ¡tampoco la pavada! Además vos no sos como los boludos de la parada. Ellos son diferentes… Más… más -no quise ser tan duro- clásicos digamos.
- Te digo más- continuó papá como si no me hubiese escuchado - Esto queda entre nosotros ¿tamo? A la madrugada paro en un café y los escucho, ¿viste?, porque yo siempre escucho. Y hablan al pedo, opinan sobre ustedes los adolescentes y yo me pregunto si alguna vez tuvieron quince años.
- ¿Por qué?
- ¡Porque parece que nacieron viejos, che! Cajetean todo el tiempo, yo que no entiendo eso de la crin, crinf…
- ¡Creamfields!
- ¡Esa mierda! No comprendo esa música, eletrónica, ¿eh? Pero no por eso tengo que ser tan prejuicioso, mi viejo, tu abuelo... murió sin saber quién fue Lou Reed y eso no significa que fuera un anticuado para mí. El viejo Lou sigue siendo un artista del carajo y mi viejo el tipo más íntegro que conocí.
Papá respiró profundo, yo quería que ese momento no terminara. Fijó la mirada al frente como si buscara las palabras en el asfalto de la autopista Richieri y dijo algo que no voy a olvidar jamás:
- ¿Sabés qué, cabezón? Fuera de joda ¿eh? Ojalá algún día la música te llegue y cale tan hondo en el alma como a mí, ojalá algún día alguna expresión artística te conmueva, ojalá algo por básico que sea te saque del montón, te ayude a ver en perspectiva y puedas contemplar la realidad con todos los sentidos... La música no sólo se escucha, se siente, trae aromas. Pocas cosas me han llegado tan profundo como el sonido de una armónica… el sonido de un piano, pero esos podridos de New Orleáns, ¿viste?, en mi puta vida estuve ahí, pero estuve, ¿entendes?. ¡Benditos esos blancos ingleses que reivindicaron a los negros americanos!, hicieron versiones de sus canciones y pudieron conocerlos en el mundo entero. A esos, a los que se la juegan donde todos se hacen los pelotudos… Se hubiesen quedado con su música pasatista de post guerra, sin embargo escuchaban música margineta norteamericana, como lo fue alguna vez el tango, ¿entendés?, acá, en Argentina, en Buenos Aires, digamo´, el tango alguna vez fue marginal, música de cabarulos, de conventillos…
- ¿En seeerio?
- !Sí! Y todos esos músicos ingleses que hoy pisan los setenta, alguna vez tuvieron dieciocho, diecinueve años como vos. Frecuentaban los bares de las afueras de Londres y mamaron el blues y el rocanrol como si estuvieran en el delta del Mississippi.  Les agradezco, ¿viste?, a ellos que no necesitan explicar nada, que siguen escuchando lo que sienten como a los veinte…
- Acá hay que doblar, papá.
- Tenés todo me dijiste ¿no?
- Sí- respondí-. Vos sabes que ayer cuando contaba de mi trabajo en una disco noté que el tío y la tía se burlaban de mí...
- ¡No les des bola a esos fracasados que vas a terminar igual que ellos!- sentenció mi viejo - Una cosa más, si alguna vez ya grande seguís escuchando lo mismo que ahora y alguien te dice que tenés que cambiar, madurar, escuchar otra cosa... Dyango, vals, bolero o Mongo Aurelio, consejo de un gil: hacé la tuya hijo, escuchá a tu corazón y vas a tener la respuesta, no pienses tanto como yo, mirá cómo terminé...
- Vos siempre decís que a un caballero sólo…
- … le interesan las causas perdidas- completó papá. No me hagas caso, dame un abrazo… Andá, andá, dale, que sale tu vuelo… ¿Tenés carilina? Tomá mi pañuelo… Dale que tengo que entregar el taxi a las cuatro.
Mi viejo intentó mostrarse duro, pero sus ojos estaban vidriosos. Nunca lo vi llorar y ese día no fue la excepción. Subí al avión, saqué mi ipod touch y busqué la carpeta "sin nombre" que pude copiar mientras papá dormía. Puse "King of the blues" de Gary Moore y no pude pensar en otra cosa que en él y sus palabras.
Pasaron muchos años de aquel día. Mi carrera como DJ en Los Ángeles tuvo momentos de éxito y de bajones. El balance es más que positivo, hice lo que quería: laburar de lo mío. Volví a la Argentina el domingo, me instalé en el departamento que le compré a papá en Capital. Miré el reloj, tomé el ascensor y salí de la cochera a los pedos. El cementerio cierra sus puertas a las cinco. Suena Thin Lizzy, no sé el título del tema, el dolor en ocasiones no tiene nombre, duele y ya. Ahora entiendo a mi viejo: nada de flores, nada de mariconadas…